— Ma… ¿Madre?Las palabras resonaron dentro de Hanna, mientras la mujer que la tenía fuertemente abrazaba la dejaba ir un par de centímetros lejos. El aroma dulce de aquel perfume que tenía le trajo diminutos flashes de aquel cuarto de hotel donde ella había vivido durante unos meses con su madre. La chica tragó el dolor al recordar cómo la encerraba en el baño cuando sus amigos venían y trató de no pensar en cómo le aterraba estar sola durante horas en una bañera desde eso.— ¡Mi niña! Sabía que eras astuta, pero no tanto — dijo la mujer con emoción — y pensar que esa vieja sí que supo criarte — negó con su cabeza — siguiendo mis pasos como debió ser, si hubiese imaginado esto te habría tenido conmigo más tiempo.— ¿Perdona? — Hanna salió de su estupor — no sé de qué… de qué está hablando usted.— ¿Usted?, vamos cariño, vuelve a decirme mamá, lo soy después de todo.Hanna vio las maletas en la entrada, miró a la empleada que dudó en marcharse y su corazón dolió mientras trataba de a
— ¿Entonces estos niños tan lindos son mis nietos? — la mujer miró a los niños sentados en la mesa del comedor la mañana siguiente — ¿Cuántos años tienen cariñitos?— No les hables a los chicos — dijo Hanna, respirando con calma, cortó un poco de su huevo cocido antes de sonreírle a los niños —. Liam, lleva a tu hermana al auto, ya es hora de ir al colegio.— Mamá, pero esta mujer, ¿quién es? — Liam miró a la madre de Hanna —. ¿Nuestra abuela no es la esposa del abuelo?— Claro que es así cariño — respondió Hanna mordiendo las palabras mientras miraba a su madre — solo se confundió, ella es… una amiga de tu otra abuela.— Oh, comprendo — Hanna alzó un dedo cuando Liam se puso en pie recordando algo.— Liam, el documento de permiso que pediste está en la mesa de su padre, ve por él antes de irte al trabajo.Hanna respiró cuando al fin se quedó sola con aquella bendita mujer que no le agradaba absolutamente nada. Miró la hora en el reloj del comedor y deseo que Max no se hubiese ido un
— Sin duda su campaña va viento en popa — dijo uno de los asistentes a su último mitin mientras todos los empleados del staff reorganizan el teatro de aquella universidad donde le habían indicado hacer sus primeras campañas.— Espero que tengas razón — respondió — ha sido un placer dar mi primer mitin ante sus alumnos.— Los estudiantes de periodismo sienten lo mismo, esto es sin duda una oportunidad para las nuevas generaciones — Maximiliano sonrió, aunque solo quería marcharse — creo que su plan electoral es sin duda de los mejores que he visto en años aquí en…— Señor debemos irnos — alguien vino por él y Maximiliano lo agradeció — debemos asistir a otra reunión en diez minutos.El hombre se despidió con prisas de Maximiliano para que este como había dicho su asistente, o mejor dicho la mujer que Anderson había contratado para llevarle sus días de campaña lo llevase a la próxima reunión, esta vez con personas más pudientes que según había dicho aquella chica podrían prestar de su b
— Bien, según las pruebas presentadas entre las partes, sin duda alguna la condición de la madre es mucho mejor que en la última corte a la que asistieron, no obstante, no veo porque el niño no podría vivir con ambos padres con tiempo compartido entre los dos.— ¿Qué? — Hanna negó — no puede ser, Henrry es un mal padre, mi hijo estaría en peligro.— Señora, ramos — la jueza habló con molestia —. No veo prueba alguna de que el padre en cuestión sea realmente peligroso, sin embargo, tampoco considero que deba tener la custodia absoluta del niño, así que sí cambiaré la sentencia del juez anterior para que ambos tengan la custodia.— ¡Qué! — gritó Hennry — ¡No! Esa mujer no puede estar cerca de mi hijo, es una mentirosa, una casa fortuna, es una zorr…— Señor Leiker, controle su comportamiento, esto es un juzgado.Hanna miró al abogado clamar a su exesposo mientras el miedo a que las cosas no salieran como planeaba le congeló. Su abogado se inclinó cubriendo el micrófono frente a ellos an
— ¿De verdad voy a vivir contigo mami? — Jhony preguntó aquello por milésima vez mientras Hanna empacaba todas sus cosas — Ya no tengo que quedarme con papá.— No, tesoro — la mujer sonrió —, ya no lo necesitas.Hanna cerró la maleta de su hijo mientras Maximiliano los miraba desde la puerta de aquella habitación y cuando ella asintió, el hombre se acercó para tomarla. Habían salido del juicio hacía solo dos horas, pero aquello era lo que necesitaba para ser feliz. Tomó a su hijo en brazos emocionada, aun cuando el odio se respiraba a su alrededor en aquella casa.— Maldita perra, no pienses que ganaste — masculló su exmarido bebiendo en el sofá de la sala de estar —. Este bastardo no podrá soportarte, nadie quiere al hijo de otro.— No soy un hijo de … Un hombre de tu calaña — Maximiliano contuvo sus palabras—. De hecho, te agradezco que seas ese tipo de hombre, has dejado a la mejor de las mujeres libre para mí.Hanan salió de la sala de estar cuando su exmarido bufó, Maximiliano la
Maximiliano recordó exactamente porque siempre había odiado aquellas fiestas, las de su madre siempre fueron más ostentosas que aquella, pero sin duda alguna todas tenían la misma aura molesta para él. Hanna bajó del auto algo nerviosa mientras se aferraba al brazo de Maximiliano.— ¿Estás seguro de que debería estar aquí? —La dulce mujer lo miró —. No sé si pueda… encajar en este lugar.— Para encajar aquí solo necesitas tener dinero y sonreír — dijo Maximiliano —. Además, te prometo que nos iremos, apenas pueda.— Estupendo.Dijo la mujer realmente deseando no meter la pata. Hanna caminó en silencio hacia las puertas de aquel lugar donde se suponía sería la fiesta de aniversario a la que habían invitado a Maximiliano. Pensó en los niños para calmarse mientras sonreía con tranquilidad, aunque por dentro estaba nerviosa como nunca en su vida.— Max, estaba pensando en cómo contarle a los niños sobre Jhony, sobre nosotros, sobre el hecho de que yo… no soy su mamá.— Planeo encontrar un
Hanna se despertó en una sala de hospital con Maximiliano tomándola de la mano. El hombre la abrazó cuando notó que estaba despierta y este le suplicó perdón; apenas pudo. Hanna no sabía por qué hacía aquello, pero cuando los recuerdos volvieron a su mente, el temor se movió dentro de ella.— Maximiliano, Tiffany, Tiffany estaba en la fiesta, si va a casa y les dice a los niños… que…— Shhh, eso no va a pasar — Maximiliano la abrazó — ella no irá, hable con ella y fui muy claro, debe estar furiosa con el hecho de que sepa la verdad, así que no te preocupes — miró sus manos — ¿Estás bien? — cuestionó — el médico dijo que solo te desmayaste por cansancio, pero yo… yo no sabía que Tiffany conseguiría una invitación, lamento haberte dejado sola mi amor, de verdad que lo…— No te preocupes — Hanna se puso en pie o al menos lo intentó, ya que Maximiliano no se lo permitió —. Volvamos a casa, los niños están solos y si ella va, no sé qué… que podría pasar.— Tiffany no irá a nuestra casa — d
— ¿Qué se supone que es esto? — cuestionó Maximiliano cuando sus ojos se alejaron del documento en sus manos— Su nuevo discurso, por supuesto.— ¿Mío? — El hombre negó — yo no escribí esto, además, ¡esto es una sarta de mentiras! — advirtió — no voy a usar mi empresa de construcción para hacer ningún colegio y es imposible construir un parque cerca de la avenida treinta y dos.— Esto es campaña hijo — la voz de Anderson molestó mucho más a Maximiliano— que más das si es verdad o no, a nadie le importa.— A mí me importa — gruñó el hombre — me importa muchísimo y no voy a decir eso.El hombre desechó el documento frente a los de su asesora de prensa, notando al instante el disgusto en su expresión antes de darse media vuelta para abandonar la oficina. El hombre masajeó el puente de su nariz antes de comenzar a teclear un par de cosas en su computador.— Voy a escribir mis propios discursos desde ahora, no soy un inútil — miró a su suegro — ¿Planeas quedarte en mi oficina todo el día?