Hanna corrió todo lo que pudo hasta la casa de Maximiliano, su corazón se detuvo por un segundo cuando no lo encontró en su oficina y temió que realmente se hubiese ido sin decirle alguna cosa. No obstante, no fue capaz de decir nada, ya que lo encontró de pie en la cocina bebiendo un poco de té.Hanna se abrazó a Maximiliano sin siquiera tener cuidado cuando de quemarse con el café. El hombre con preocupación dejó su taza a un lado e hizo que las empleadas se marchasen dejándolos solos. Hanna lloró de miedo mientras se aferraba al hombre que amaba.— ¿Qué sucede mi amor? — cuestionó Maximiliano — ¿Qué pasa ahora?, ¿Tu hijo está bien?— Sí, eso lo que mi padre… Mi padre y Tiffany me han chantajeado, quieren los documentos de tu reunión de mañana, quieren arruinar ese negocio para que te dediques de yendo a la política — la mujer sorbió por la nariz — no tengo opción si no les entregó el documento dijeron que me acusaran de robo de identidad, de hacerme pasar por Tiffany, estoy tan asu
Maximiliano asintió mientras escuchaba las palabras de su investigador privado. Debido a la situación con Tiffany y Hanna, había comenzado a interesarse más por conocer la verdadera familia de Tiffany y había descubierto cosas muy escabrosas sobre Anderson.Su esposa era una víbora, sin duda alguna lo había sabido siempre, pero nunca imaginó que realmente fuera cruel desde que prácticamente ansió. Al parecer, todas aquellas historias de haber sido expulsada de un colegio y transferida a otro habían sido mentiras. Tiffany había golpeado a una chica estando en preparatoria y la habían enviado al otro lado del mundo para cubrirlo.Maximiliano superó dejando el papel a un lado, sus ojos se movieron hacia el historial de Hanna y su vida había sido completamente diferente. Maximiliano notó que no había mentido la vez que le contó que hizo su instituto en un colegio de monjas; también comprendió cómo un hombre diez años mayor pudo convencerla de escapar de aquella vida cuando ella era joven
Días despuésMaximiliano extendió su mano para terminar su reunión con el nuevo socio de su compañía, sonrió al darse cuenta de que su suegro realmente no había sido capaz de descubrir que la reunión se llevaría a cabo y pensó en lo que trató de hacer para que no pudiera asistir a la reunión.— Espero verlo en la fiesta de nuestro aniversario — dijo — sé que estará en campaña, pero sería un honor tener a nuestro socio en ella.— No tiene que preocuparse — respondió Maximiliano — sin duda alguna iré ahí.— Pues un placer ser su nuevo socio.El hombre observó al hombre marcharse, suspiró antes de sentarse en su silla una vez más y observó aquella carpeta que los examinadores de finanzas habían enviado hacía ya un par de días. Su cabeza dolió ante el mar de cosas que tenía que hacer.Guardó el documento en su caja fuerte y checó los nuevos documentos junto a su agenda para la próxima semana. Convertirse en candidato para la alcaldía parecía terriblemente estresante, el hombre tomó su móv
— Ma… ¿Madre?Las palabras resonaron dentro de Hanna, mientras la mujer que la tenía fuertemente abrazaba la dejaba ir un par de centímetros lejos. El aroma dulce de aquel perfume que tenía le trajo diminutos flashes de aquel cuarto de hotel donde ella había vivido durante unos meses con su madre. La chica tragó el dolor al recordar cómo la encerraba en el baño cuando sus amigos venían y trató de no pensar en cómo le aterraba estar sola durante horas en una bañera desde eso.— ¡Mi niña! Sabía que eras astuta, pero no tanto — dijo la mujer con emoción — y pensar que esa vieja sí que supo criarte — negó con su cabeza — siguiendo mis pasos como debió ser, si hubiese imaginado esto te habría tenido conmigo más tiempo.— ¿Perdona? — Hanna salió de su estupor — no sé de qué… de qué está hablando usted.— ¿Usted?, vamos cariño, vuelve a decirme mamá, lo soy después de todo.Hanna vio las maletas en la entrada, miró a la empleada que dudó en marcharse y su corazón dolió mientras trataba de a
— ¿Entonces estos niños tan lindos son mis nietos? — la mujer miró a los niños sentados en la mesa del comedor la mañana siguiente — ¿Cuántos años tienen cariñitos?— No les hables a los chicos — dijo Hanna, respirando con calma, cortó un poco de su huevo cocido antes de sonreírle a los niños —. Liam, lleva a tu hermana al auto, ya es hora de ir al colegio.— Mamá, pero esta mujer, ¿quién es? — Liam miró a la madre de Hanna —. ¿Nuestra abuela no es la esposa del abuelo?— Claro que es así cariño — respondió Hanna mordiendo las palabras mientras miraba a su madre — solo se confundió, ella es… una amiga de tu otra abuela.— Oh, comprendo — Hanna alzó un dedo cuando Liam se puso en pie recordando algo.— Liam, el documento de permiso que pediste está en la mesa de su padre, ve por él antes de irte al trabajo.Hanna respiró cuando al fin se quedó sola con aquella bendita mujer que no le agradaba absolutamente nada. Miró la hora en el reloj del comedor y deseo que Max no se hubiese ido un
— Sin duda su campaña va viento en popa — dijo uno de los asistentes a su último mitin mientras todos los empleados del staff reorganizan el teatro de aquella universidad donde le habían indicado hacer sus primeras campañas.— Espero que tengas razón — respondió — ha sido un placer dar mi primer mitin ante sus alumnos.— Los estudiantes de periodismo sienten lo mismo, esto es sin duda una oportunidad para las nuevas generaciones — Maximiliano sonrió, aunque solo quería marcharse — creo que su plan electoral es sin duda de los mejores que he visto en años aquí en…— Señor debemos irnos — alguien vino por él y Maximiliano lo agradeció — debemos asistir a otra reunión en diez minutos.El hombre se despidió con prisas de Maximiliano para que este como había dicho su asistente, o mejor dicho la mujer que Anderson había contratado para llevarle sus días de campaña lo llevase a la próxima reunión, esta vez con personas más pudientes que según había dicho aquella chica podrían prestar de su b
— Bien, según las pruebas presentadas entre las partes, sin duda alguna la condición de la madre es mucho mejor que en la última corte a la que asistieron, no obstante, no veo porque el niño no podría vivir con ambos padres con tiempo compartido entre los dos.— ¿Qué? — Hanna negó — no puede ser, Henrry es un mal padre, mi hijo estaría en peligro.— Señora, ramos — la jueza habló con molestia —. No veo prueba alguna de que el padre en cuestión sea realmente peligroso, sin embargo, tampoco considero que deba tener la custodia absoluta del niño, así que sí cambiaré la sentencia del juez anterior para que ambos tengan la custodia.— ¡Qué! — gritó Hennry — ¡No! Esa mujer no puede estar cerca de mi hijo, es una mentirosa, una casa fortuna, es una zorr…— Señor Leiker, controle su comportamiento, esto es un juzgado.Hanna miró al abogado clamar a su exesposo mientras el miedo a que las cosas no salieran como planeaba le congeló. Su abogado se inclinó cubriendo el micrófono frente a ellos an
— ¿De verdad voy a vivir contigo mami? — Jhony preguntó aquello por milésima vez mientras Hanna empacaba todas sus cosas — Ya no tengo que quedarme con papá.— No, tesoro — la mujer sonrió —, ya no lo necesitas.Hanna cerró la maleta de su hijo mientras Maximiliano los miraba desde la puerta de aquella habitación y cuando ella asintió, el hombre se acercó para tomarla. Habían salido del juicio hacía solo dos horas, pero aquello era lo que necesitaba para ser feliz. Tomó a su hijo en brazos emocionada, aun cuando el odio se respiraba a su alrededor en aquella casa.— Maldita perra, no pienses que ganaste — masculló su exmarido bebiendo en el sofá de la sala de estar —. Este bastardo no podrá soportarte, nadie quiere al hijo de otro.— No soy un hijo de … Un hombre de tu calaña — Maximiliano contuvo sus palabras—. De hecho, te agradezco que seas ese tipo de hombre, has dejado a la mejor de las mujeres libre para mí.Hanan salió de la sala de estar cuando su exmarido bufó, Maximiliano la