22. ¿Estás loco?
Estaba exhausta, extasiada por el placer que acababa de experimentar. Nunca creyó que llegaría ese momento en que disfrutaría haciendo el amor con el hombre al que realmente amaba. Porque era cierto, Irina había entregado su cuerpo muchas veces. Algunas incluso había disfrutado del placer sexual, pero jamás había hecho el amor. Y con él... con él sentía que su corazón quería salirse de su pecho, explotar cada vez que estaban juntos, por lo mucho que lo amaba, por lo mucho que sentía por él. Cuando se encontraba entre sus brazos, Irina sentía que moría y renacía.― Irina... ― Amir acarició ese hermoso rostro había dejado de extrañar en todos esos años sin ella, estaba levemente sonrojada por lo que acababa de suceder entre ellos, y la veía aún más hermosa, despeinada, entregada a él―. Cásate conmigo... cásate conmigo ya. Si ha de ser, mañana como muy tarde, aunque prefiero que sea hoy, sé mi esposa, Irina, se mi esposa y no te separes nunca más de mí.Esas palabras la sacaron de sus di
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