OctaviaLa anticipación vibraba en mi pecho, una mezcla de nerviosismo y alegría por la sorpresa que Orión tramaba para mí. A pesar del caos que nos rodeaba, la idea de la celebración se abría paso en mi mente, inundándome con una ola de felicidad que contrastaba con la cruda realidad que enfrentábamos.Sumida en la habitación, el agua del cuarto baño del día acariciaba mi piel, proporcionando un alivio bienvenido. Cerré los ojos, permitiendo que la sensación del agua y el aroma sutil del jabón envolvieran mis sentidos. Cada gota parecía llevar consigo la promesa de un nuevo comienzo, un respiro en medio del torbellino de responsabilidades.Después del desayuno compartido con Lucas, Sam y Orión, nos fuimos a trabajar en las tareas de reconstrucción. Cada movimiento resonaba con un propósito renovado, pero la ciudad, vista desde la ventana de mi habitación, parecía conservar su esencia única. El sol, en su gloriosa ascensión, pintaba cada casa con colores vivos, creando una paleta que
Leer más