Esa mañana de pleno inicio de julio, Alexa se levantó temprano, su padrastro ese día la llevaría a conocer el lugar donde trabajaría y tenía tantas ansias que no pudo dormir prácticamente nada.Era su primera vez en algo grande, y aunque no iba a ganar gran porciento según le comentaron, para quien no tiene nada, cualquier cosa que le dieran estaba bien.Para su sorpresa era un bar elegante, en donde según su padrastro tocaban solo los mejores artistas y era visitado por la clase más alta de La Habana, o sea los que tuvieran el bolsillo tan inflado como para pagar el impuesto tan grande de entrada.Según Elías, esto era para que fuese un lugar tranquilo y refinado donde se pudieran divertir las personas de su nivel, y aunque no lo dijera con nada de arrogancia, a Alexa no le gustó en absoluto.Según su plan de trabajo, el cual era muy estricto, en especial con la vestimenta, el bar solo abriría los jueves, viernes, sábados y domingos, debía de ir al menos tres horas de viernes a lunes
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