La pasé muy mal, hirviendo en celos, totalmente fuera de mí. Renegaba, lloraba, mascullaba, volvía a llorar, gritaba, lanzaba las almohada, seguía llorando y me sentía tonta y malvada a la vez. Llamé mil veces a Marcial, a Magdalena, mandé mensajes de texto, envié emojis y ninguno de los dos no contestaba. Recién, cuando faltaban dos horas para la final contra Evand, al fin Marcial me mandó un mensaje de texto. -Katty acabamos de llegar a Lima. Stefan está en cuidados intensivos. Mis pensamientos están contigo-, fue lo único que escribió. Camino al estadio, me envió un mensaje Maggi. -Amiga, estaré lejos físicamente pero mis pensamientos están contigo, dándote aliento. Veré el partido en la clínica-, también fue breve. Me puse a llorar a gritos en el bus. Ashley me abrazó con todas sus fuerzas. -No, mi amor, no llores, fuerza-, decía una y otra vez. Los otros pasajeros, jueces, alcanza pelotas, dirigentes, personal de la organización se alzaron de sus asientos extrañados y sorp
Leer más