—Te lo ruego, cree en mí. No fue como ella dijo, aquel día vi con mis propios ojos, ¡fue ella quien me empujó! ¡Fue ella! ¡De verdad, fue ella!— Selene sollozaba, su mirada llena de esperanza hacia él. Quería que él la creyera, incluso si solo era esta vez.Andrés frunció el ceño, mirando a Selene mientras ella explicaba con una cara sincera, como si realmente hubiera pasado algo así. Sin embargo, esbozó una risa fría y sus ojos reflejaban desprecio hacia ella. Luego apartó la mirada, sin volver a mirarla, y empujó bruscamente la mano que ella tenía agarrada...Este acto dejó claro que no confiaba en ella. No importaba cuánto se explicara, cuánta sinceridad mostrara, él simplemente no la creía...Eso, quién hubiera pensado que la señora Herrera, Ana, que hacía obras de caridad delante de todos, resultaría ser una mujer maliciosa. Y quién podría haber imaginado que Esmeralda, la encantadora hija adoptiva de los Herrera, también sería una mujer hipócrita.Nadie podría haberlo imaginado..
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