Xana había sido entrenada en muchos aspectos, uno de ellos era como poder liberarse fácilmente de trampas, ataduras y demás, pero hacerlo en ese momento estaba siendo difícil ejecutarlo. Las cadenas alrededor de sus tobillos y muñecas estaban férreamente atadas como si quien lo hubiera hecho supiera con quien estaba tratando, y, además, el entumecimiento en su cuerpo, como si estuviese drogada complicaba aún más el proceso.Pero ella tenía que salir de allí a como diera lugar. Y si a eso le sumaba el picor en su nuca que la estaba volviendo loca y el calor en su vientre. Solo tenía en su mente la idea de escapar de allí y… para su sorpresa, volver al lado del lobo, como si fuera lo más necesario en ese momento. Y se imaginó la razón.Él la había marcado, la había llamado mate, le había dicho que estaba preñada de él, lo más lógico era que quisiera estar de vuelta. Ah, suspiró. Su cabeza dolía y estaba confundida. Recordaba que se había encontrado en la entrada de la cueva con aquel lo
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