Una semana después, Hafid estaba en lo más alto.Había sido, para no decirlo demasiado, un día fantástico. Sus maravillosos días solían incluir almuerzos con mimosa después de una noche que nunca había terminado, pero pensó que podría lidiar con el intercambio con una sobrina encantada, un sobrino bebé regordete y contento y una niñera hermosa.Jamila finalmente se estaba relajando, riéndose tanto de sus sencillos trucos con cartas que se cayó, y ahora parecía mucho más tranquila al ver su nueva escuela con Luna. Permitió que Luna la vistiera para la excursión, e incluso esbozó una pequeña sonrisa cuando Luna le contó toda la diversión que iban a tener. Hafid, divertido, observaba desde el sofá con Hasan durmiendo a su lado, mientras Jamila seguía a Luna por la habitación, nunca muy atrás.Sara…Ahora había un bonito enigma. Por un lado, Hafid sabía que ella estaba allí, ante todo, para cuidar de Jamila y Hasan. Nada debería venir antes de eso. Por otro lado…Luna hablaba con él mient
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