La primera vez que Brooke conoció a Esteban sintió como si dos trenes hubiesen colisionado, ella era una estrella hasta ese momento, hasta que sus miradas se cruzaron y explotó convirtiéndose en una supernova, la más enorme que se había visto ¿Sonaba a cliché? Pues sí, pero ¿a quién demonios le tenía que importar? Los clichés a lo largo de la historia han sido los preferidos de muchos tanto en la literatura, como en la cinematografía y eso era por una razón, son hermosos y Esteban para ella era esa explosión, ese deseo incapaz de controlar, al menos en ese momento.Ella no era más que una simple camarera en aquel bar para gente rica, había atendido a muchas personalidades, muchos empresarios, celebridades, pero nunca, nunca, lo había visto a él ahí, estaba segura de ello porque si lo hubiera visto antes, habría sido capaz de reconocerlo en cualquier lugar. Aquel cabello color miel rizado cayendo sobre su frente de forma descuidada, esos ojos color avellana a juego y esa sonrisa esple
Leer más