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Todos los capítulos de La hija abandonada del CEO : Capítulo 1 - Capítulo 10
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El acto más doloroso
Por más que lo estuviese intentando, Brooke no era capaz de perdonarse por lo que estaba a punto de hacer. Se encontraba justo a la entrada, justo en el porche de Steban Robinson, llevaba ahí ya varios minutos mirando a su pequeña bebé que cargaba en brazos, apenas dos meses tenía, no había tenido tiempo a vivir nada y ya estaba a punto de ser dejada como una huérfana en la puerta de una casa. “¿Qué tipo de persona soy?”, se preguntaba Brooke una y otra vez, “¿Qué tipo de madre estaría dispuesta a abandonar a su bebé siendo tan pequeña?”.Por más que se hubiera pasado los días anteriores auto convenciéndose de que era lo mejor para su hija, ahora ya no le parecía una buena opción en lo absoluto. Las lágrimas corrían por sus mejillas como cascadas, no era capaz de frenarlas, sentía que le estaban arrancando una parte de ella, que estaba a punto de cometer una atrocidad pero, no era capaz de mantener a su propia hija y no iba a permitir que se muriera de hambre, no bajo su cuidado.“E
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La traición
La primera vez que Brooke conoció a Esteban sintió como si dos trenes hubiesen colisionado, ella era una estrella hasta ese momento, hasta que sus miradas se cruzaron y explotó convirtiéndose en una supernova, la más enorme que se había visto ¿Sonaba a cliché? Pues sí, pero ¿a quién demonios le tenía que importar? Los clichés a lo largo de la historia han sido los preferidos de muchos tanto en la literatura, como en la cinematografía y eso era por una razón, son hermosos y Esteban para ella era esa explosión, ese deseo incapaz de controlar, al menos en ese momento.Ella no era más que una simple camarera en aquel bar para gente rica, había atendido a muchas personalidades, muchos empresarios, celebridades, pero nunca, nunca, lo había visto a él ahí, estaba segura de ello porque si lo hubiera visto antes, habría sido capaz de reconocerlo en cualquier lugar. Aquel cabello color miel rizado cayendo sobre su frente de forma descuidada, esos ojos color avellana a juego y esa sonrisa esple
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Un plan malévolo
A pesar de todo, Esteban no hizo caso a los comentarios, no le interesaban en lo absoluto y se desvivía por hacer a Brooke feliz. Así pasó el tiempo, hasta que llegó el punto quiebre, un día como otro cualquiera, uno de los jardineros pidió hablar con Brooke, era ella la que se encargaba de los ornamentos de la mansión en la que ahora vivía, solo que desconocía completamente que Sonia le había pagado a este jardinero para que la tomara desprevenida y le diera un beso, uno fugaz era todo lo que necesitaba para que quedara impreso en una fotografía y así fue. De un momento a otro, la señora Robinson tenía entre sus manos una “prueba” de que Brooke le estaba siendo infiel a su hijo y comenzó a mover sus cartas.—Bueno, bueno, pero a quién tenemos aquí, nada más y nada menos que a la infiel más grande que haya existido —le dijo Sonia en cuanto entró a la cocina donde estaba Brooke preparando la cena, quería darle la noticia a su prometido de que dentro de unos meses se convertirían en pa
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El infierno comienza
Brooke salió enardecida de aquel lugar, aún no podía creer que hubiese tanta maldad en su suegra. ¿Por qué la odiaba tanto? ¿Qué le había hecho para recibir todo su odio y rechazo? A pesar de Brooke saber que todo se debía a su baja posición social, pensaba que Sonia tendría por lo menos interés de ver a su hijo siendo feliz al lado de la mujer que amaba. Pero por el contrario, aquella mujer prefería verla lejos de Esteban y separarlos para siempre. Brooke sube al taxi, se dirige al bar al que meses atrás renunció para vivir junto a su amado Esteban. Pidió hablar con Morris, su antiguo jefe y este la recibió con una sonrisa amplia.—Mi querida Brooke, has regresado. —dijo y le ofreció asiento.—Morris necesito volver a trabajar. Debo pagar mis cuentas.—¡Vaya! ¿Se acabó tu sueño de princesa con el multimillonario? —Brooke baja la mirada, no sabía que responder, ni que decir. Llevaba todo el día esperando aquel mensaje de Esteban para explicarle todo, pero ese mensaje nunca llegó,
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La cereza del pastel
Brooke entró a la habitación, estaba bastante desordenada. Era un espacio muy reducido, apenas podía moverse en medio de la cama, la pequeña mesa y el guardarropas. Se sentó en la cama, se recostó pero no lograba sacar de su mente aquella escena, no podía dejar de pensar en lo que le había ocurrido minutos atrás. Aún sentía las manos repulsivas de Morris tocándola y sus labios besándola. Se frotó los labios como deseando borrar aquel sabor amargo de su boca, pasó con fuerza sus manos sobre sus muslos, quería arrancarse las huellas de su piel. Lloró hasta que el cansancio la venció y se quedó dormida. Despertó sobresaltada al escuchar las llaves, y la puerta abriéndose. Al ver que se trataba del taxista, sintió un alivio en su pecho. —¡Buenos días! ¿Cómo amaneció? —preguntó el hombre, colocando sobre la mesa y un par de vasos con café y una bolsa de papel.—Bien —respondió ella. —Traje algo para desayunar… —se quedó en silencio, no sabía el nombre de la chica así como ella, no
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Un absoluto caos
Ella le pidió a toda fuerza sobrenatural que conocía que la ayudara, lo que se imaginaba no podía ser posible, no en ese justo momento de vida, definitivamente no se esperaba algo así y mucho menos estaba preparada. Comenzó a hacer cálculos en su cabeza y a juntar toda la información, las náuseas que había estado teniendo hacía unos días, el mareo que recién había experimentado esa misma mañana, el atraso en su período, el viaje que había dado con Esteban hacía solo un mes en el que habían desbordado todo su amor, todo, absolutamente todo coincidía.Brooke no podía quedarse con la duda, no podía permitirse vivir a base de suposiciones hasta que su barriga creciera o no, eso era un lujo que no podía permitirse, necesitaba organizarse a la perfección así que, sin pensarlo dos veces, tomó el poco dinero que le quedaba del que Nacho le había facilitado y salió rápidamente hacia una farmacia a comprar una prueba de embarazo.“Por favor da negativo. Por favor que no salgan dos líneas” su
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Un golpe de suerte
Esa misma noche Nacho salió de la pensión para iniciar con su trabajo como usualmente hacía. Estaba preocupado, no podía sacarse de la cabeza a la pobre chica que había dejado durmiendo en su propia cama. A él le costaba sustentarse a sí mismo, no había forma humana posible en la que pudiera sustentarla a ella por más que lo deseara, pero tampoco tenía el corazón tan fuerte para decirle que se marchara de ahí y dejarla desamparada. Sentimientos encontrados se debatían dentro de aquel hombre.Al llegar en la tarde después de todo un día de trabajo, se la había encontrado en posición fetal acostada en la cama llorando de forma desconsolada porque no tenía a nadie a quien acudir. Aunque Brooke no se atrevió a contarle a Nacho la otra parte de su verdad, en su propio criterio, Esteban Robinson era un gran imbécil que no había sabido valorar al ser maravilloso que era Brooke. Mas también pensó que la mayoría de las personas adineradas que él había conocido, eran cretinos, prepotentes o to
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Una nueva oportunidad
A las primeras luces de la mañana siguiente, Brooke se levantó con las mejores energías que podía tener, preparó un poco de café que estuvo listo justo cuando Nacho fue a desayunar, era lo menos que podía hacer por él para devolverle todo lo que él estaba haciendo por ella.—Estás de muy buenas esta mañana —destacó Nacho quien no la había visto sonreír desde que la conoció.—Sí, tengo muy buen presentimiento sobre el día de hoy. Llamaré a ese señor y estoy segura de que conseguiré el trabajo. Por primera vez desde que mi mundo se puso de cabeza siento que puedo salir de esta y este será solo el comienzo, me esforzaré y me convertiré en mi mejor versión, te prometo que cuando eso pase, te llevaré conmigo a todos lados. Eres la mejor persona que he conocido en mi vida —dijo recordando a su madre, ella sí que era un ángel pero no quería que Nacho comenzara a preguntarle sobre ella, ese no era un día en el que se permitiría tristeza alguna.—Ahora no tienes que preocuparte por eso, viv
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Otro revés de la vida
La vida de Brooke comenzaba a cambiar y con ello, volvía a sentirse fuerte, llena de valor y segura de poder mantener a su bebé sin tener que mendigar absolutamente nada a Esteban Robinson. En tanto, ella continuaba en la pensión donde Nacho le dio albergue, por la mañana salía para su empleo y en las noches regresaba, en ocasiones se topaba con Nacho cuando este iba a saliendo a trabajar en su taxi. Podía notar que al salir, algunos de los vecinos de la pensión murmuraban sobre la relación de ella con aquel hombre mayor, pero ella no quiso prestarle atención a sus comentarios, sabía quién era ella y también sabía de la nobleza de aquel hombre. ¿Pero, por qué en ocasiones, Ignacio se veía tan triste? ¿Qué era eso que llenaba su corazón de tristeza? Llegó a la mansión como de costumbre, se sorprendió cuando la Ama de llaves la recibió con un pago adelantado.—¿Esto qué es? —preguntó con asombro.—El Sr Costello me pidió que te lo haga llegar. Dice estar muy satisfecho con tu t
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A un paso de la verdad
Esteban seguía con la cabeza llena de interrogantes, ¿Cómo podría ser su hija, aquella bebé? Y en caso tal de ser cierto ¿Quién era su madre? ¿Por qué la dejó allí abandonada? A pesar de sus dudas e interrogantes, lo único que importaba en ese momento era saber si era su hija realmente. Le pidió a su chofer que preparara el auto para ir hasta la clínica. Mientras él aguardaba por el coche, Gerardo va hasta la cocina, está algo nervioso con aquella extraña situación. —¿Qué tienes Gerardo? Traes una cara. —comenta Sandra.—Nada, es que acaban de dejar a una niña en una cesta y dicen que es hija del Sr Robinson. —¿Cómo dices? —pregunta con estupor. Ella más que nadie sabía que Esteban tendría un hijo con Brooke. —Sí, eso lo que oyes, es una criatura hermosa, la verdad me enternece. —¿Y dónde está? —insiste en saber. —La tiene el Sr Robinson. Creo que la llevará a hacerle un examen de paternidad.—¿Cómo? —pregunta un tanto nerviosa. Debía informarle a la mujer para la que había trab
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