Ella le pidió a toda fuerza sobrenatural que conocía que la ayudara, lo que se imaginaba no podía ser posible, no en ese justo momento de vida, definitivamente no se esperaba algo así y mucho menos estaba preparada. Comenzó a hacer cálculos en su cabeza y a juntar toda la información, las náuseas que había estado teniendo hacía unos días, el mareo que recién había experimentado esa misma mañana, el atraso en su período, el viaje que había dado con Esteban hacía solo un mes en el que habían desbordado todo su amor, todo, absolutamente todo coincidía.
Brooke no podía quedarse con la duda, no podía permitirse vivir a base de suposiciones hasta que su barriga creciera o no, eso era un lujo que no podía permitirse, necesitaba organizarse a la perfección así que, sin pensarlo dos veces, tomó el poco dinero que le quedaba del que Nacho le había facilitado y salió rápidamente hacia una farmacia a comprar una prueba de embarazo.“Por favor da negativo. Por favor que no salgan dos líneas” su voz se repetía una y otra vez dentro de su cabeza como un mantra con la esperanza de que alguien la escuchara, pero ni las divinidades, ni el destino, ni el universo jugaron a su favor. El resultado dio positivo y Brooke cayó al suelo cuando sus piernas le fallaron.“No puede ser. Esto no me puede estar sucediendo a mí”, pensaba sentada en el suelo, mientras las lágrimas le corrían a caudales por sus suaves mejillas, mientras no podía comprender por qué algo así le estaba pasando a ella que jamás le había hecho daño a nadie, no tenía un karma que cumplir y de igual manera le estaba tocando. Subió las rodillas y con sus manos rodeó su cabeza haciéndose lo más pequeña que podía, quería desaparecer, nada de lo que le estaba sucediendo era justo.En otro momento, en otras circunstancias las lágrimas hubiesen sido de pura felicidad, hasta hacía solo dos días se consideraba la mujer más dichosa del mundo y un bebé hubiese sido una noticia maravillosa, pero en 48 horas las cosas habían cambiado demasiado ¿Cómo iba a sustentar una vida en su interior cuando ni siquiera podía cuidar de sí misma? No era que no amara a la pequeña semillita que crecía en su interior, ni siquiera lo había visto o sentido y ya sentía que era todo su mundo, pero ¿qué tipo de vida iba a poder brindarle? Esa pregunta era la que la tenía completamente aterrada.Estaba hiperventilando, la ansiedad se estaba apoderando de ella poco a poco, cada vez abarcando más de sí misma, consumiéndola, cazándola como un depredador a su presa. Jamás se había sentido tan confundida como lo estaba en ese momento. No tenía casa, ni una cama propia en la que dormir, no tenía un trabajo para sostenerse, no tenía comida y estaba a la caridad de Nacho, ese ángel que alguien le había puesto en su camino para su suerte. Estaba sola, más sola de lo que nunca había estado, sentía cómo estaba tocando fondo, un fondo demasiado turbio como para poder salir de él por sus propios medios.Necesitaba hablar con Esteban, su madre lo podía haber envenenado en contra de ella pero en cuanto supiera que estaba esperando su hija no la dejaría desamparada, ella estaba convencida de ello. Era perfectamente consciente de que no siempre se podían librar las batallas por medios propios y esta era una de esas veces, tenía que pedir ayuda. La última vez que había intentado contactar con Esteban este le había dejado claro que no lo llamara más y la tenía bloqueada de todas las redes sociales, si llamaba a su empresa, la asistente le diría su nombre y él no contestaría así que, su única opción era llamar directamente a la mansión.En el tiempo que había vivido allí, había hecho excelentes relaciones con todo el personal y todos la querían, ahí la iban a ayudar sin dudarlo. Lo que ella no sabía es que Sandra, una de las chicas encargada de la limpieza era los ojos de su ex suegra y corrió la mala suerte de ser atendida por ella.—Residencia del señor Robinson ¿en qué puedo ayudarle?—Sandra ¿eres tú? —su voz tan aguda era fácil de reconocer— soy Brooke.—Señorita Brooke ¿se encuentra bien?—No tengo mucho tiempo para poder explicarlo todo, necesito que me hagas un enorme favor Sandra, Esteban no hablará conmigo directamente y necesito verlo con urgencia, así que por favor, dile que llamé, que estoy esperando un hijo suyo y necesito su ayuda, todo con discreción, esto no puede conocerse, al menos no hasta que él sepa todos los detalles ¿puedes hacer eso por mí?Brooke estaba más que esperanzada sin tener la más mínima idea de que darle una información tan importante como esa a Sandra le reportaría bastante dinero, más del que jamás se había ganado haciendo de informante para Sonia. Esteban nunca sabría la noticia, no si eso dependía de su madre.—¡Ay Santo Dios! —exclamó Sandra interpretando su mejor papel— ¿se encuentra usted bien? La noticia alegrará mucho al señor Robinson, imagino ya los preparativos aquí y…—Sandra ¿recuerdas cuando te mencioné que no tenía mucho tiempo? —el plan de su teléfono móvil estaba al vencerse y ella debía asegurarse de poder contestar cuando Esteban la llamara para ponerse en contacto con ella.—Ah, cierto, disculpe. No se preocupe, yo misma me encargaré de darle su recado a señor sin falta, se lo prometo —mintió Sandra.—Muchísimas gracias, no tienes ni idea de lo mucho que estarás haciendo por mí, quedo en deuda contigo —y sin más, colgó.Brooke estaba más aliviada, la opresión tan grande que tenía en el pecho había disminuido considerablemente. Había logrado ser fuerte como usualmente le decía su madre. Casi que daba su problema por solucionado, debido a la promesa que Sandra acababa de hacerle, no tenía ni idea que habían sido solo palabras y las palabras siempre se las lleva el viento, sus problemas no estaban más que a punto de hacerse enormes…Esa misma noche Nacho salió de la pensión para iniciar con su trabajo como usualmente hacía. Estaba preocupado, no podía sacarse de la cabeza a la pobre chica que había dejado durmiendo en su propia cama. A él le costaba sustentarse a sí mismo, no había forma humana posible en la que pudiera sustentarla a ella por más que lo deseara, pero tampoco tenía el corazón tan fuerte para decirle que se marchara de ahí y dejarla desamparada. Sentimientos encontrados se debatían dentro de aquel hombre.Al llegar en la tarde después de todo un día de trabajo, se la había encontrado en posición fetal acostada en la cama llorando de forma desconsolada porque no tenía a nadie a quien acudir. Aunque Brooke no se atrevió a contarle a Nacho la otra parte de su verdad, en su propio criterio, Esteban Robinson era un gran imbécil que no había sabido valorar al ser maravilloso que era Brooke. Mas también pensó que la mayoría de las personas adineradas que él había conocido, eran cretinos, prepotentes o to
A las primeras luces de la mañana siguiente, Brooke se levantó con las mejores energías que podía tener, preparó un poco de café que estuvo listo justo cuando Nacho fue a desayunar, era lo menos que podía hacer por él para devolverle todo lo que él estaba haciendo por ella.—Estás de muy buenas esta mañana —destacó Nacho quien no la había visto sonreír desde que la conoció.—Sí, tengo muy buen presentimiento sobre el día de hoy. Llamaré a ese señor y estoy segura de que conseguiré el trabajo. Por primera vez desde que mi mundo se puso de cabeza siento que puedo salir de esta y este será solo el comienzo, me esforzaré y me convertiré en mi mejor versión, te prometo que cuando eso pase, te llevaré conmigo a todos lados. Eres la mejor persona que he conocido en mi vida —dijo recordando a su madre, ella sí que era un ángel pero no quería que Nacho comenzara a preguntarle sobre ella, ese no era un día en el que se permitiría tristeza alguna.—Ahora no tienes que preocuparte por eso, viv
La vida de Brooke comenzaba a cambiar y con ello, volvía a sentirse fuerte, llena de valor y segura de poder mantener a su bebé sin tener que mendigar absolutamente nada a Esteban Robinson. En tanto, ella continuaba en la pensión donde Nacho le dio albergue, por la mañana salía para su empleo y en las noches regresaba, en ocasiones se topaba con Nacho cuando este iba a saliendo a trabajar en su taxi. Podía notar que al salir, algunos de los vecinos de la pensión murmuraban sobre la relación de ella con aquel hombre mayor, pero ella no quiso prestarle atención a sus comentarios, sabía quién era ella y también sabía de la nobleza de aquel hombre. ¿Pero, por qué en ocasiones, Ignacio se veía tan triste? ¿Qué era eso que llenaba su corazón de tristeza? Llegó a la mansión como de costumbre, se sorprendió cuando la Ama de llaves la recibió con un pago adelantado.—¿Esto qué es? —preguntó con asombro.—El Sr Costello me pidió que te lo haga llegar. Dice estar muy satisfecho con tu t
Esteban seguía con la cabeza llena de interrogantes, ¿Cómo podría ser su hija, aquella bebé? Y en caso tal de ser cierto ¿Quién era su madre? ¿Por qué la dejó allí abandonada? A pesar de sus dudas e interrogantes, lo único que importaba en ese momento era saber si era su hija realmente. Le pidió a su chofer que preparara el auto para ir hasta la clínica. Mientras él aguardaba por el coche, Gerardo va hasta la cocina, está algo nervioso con aquella extraña situación. —¿Qué tienes Gerardo? Traes una cara. —comenta Sandra.—Nada, es que acaban de dejar a una niña en una cesta y dicen que es hija del Sr Robinson. —¿Cómo dices? —pregunta con estupor. Ella más que nadie sabía que Esteban tendría un hijo con Brooke. —Sí, eso lo que oyes, es una criatura hermosa, la verdad me enternece. —¿Y dónde está? —insiste en saber. —La tiene el Sr Robinson. Creo que la llevará a hacerle un examen de paternidad.—¿Cómo? —pregunta un tanto nerviosa. Debía informarle a la mujer para la que había trab
Una vez terminado los análisis, Esteban fue de regreso hacia su hogar con la bebé en brazos a pesar de toda la insistencia de su madre para que no lo hiciera. Por mucho que intentara pensarlo, no se imaginaba dejando a esa inocente criaturita sola en un hogar de acogida, abandonada a su suerte por segunda vez, no, se negaba a ser ese tipo de padre. Ya la propia madre había tenido que dejarla, algo por lo que él ya se culpaba, no iba a cagarla de nuevo, no esta vez.Los días pasaron y él se esforzó en gran medida por hacer todo a su alcance por la niña. Acomodó su propia habitación con una cunita, con juguetes, acolchonó el suelo, a pesar de la niñera que había contratado, él intentaba hacer la mayoría de las cosas por sí mismo. Quería criar a Hope, quería que ella sintiera su calor, su afecto, ella necesitaba saber que él era su padre. Si de él dependía, esa bebé jamás descubriría lo que se siente estar solo en el mundo, siempre lo tendría a él.Unas semanas después, un co
Cuando Brooke nació, estuvo rodeada de riquezas, ostentación y lujos, su padre era un hombre poderoso en el mundo empresarial. Tenía una gran mansión y dinero, por ello cuando conoció a Simone, la madre de Brooke, no fue difícil envolverla en sus encantos. —¿Te quieres casar conmigo? —le preguntó Ignacio, a plena luz de las velas en el más prestigioso restaurante francés “Four Season de París”. Fue inevitable rechazar aquella propuesta cuando Simone se sentía la doncella del cuento de hadas. Simone Barnie, era una hermosa rubia de origen francés pero de una clase social muy pobre. Mas Ignacio Mendez quedó impactado con la belleza inusual de la rubia, la tarde que ella lo atendió en la cafetería donde trabajaba como mesera. Una hermosa historia de amor, de esas que cualquier chica de su edad, desearía protagonizar.Se casaron y a los dos meses, ella quedó embarazada. Sin embargo, había algo que ella no imaginaba y era que su príncipe era un ludopata, un hombre con u
Al notar la tardanza, Nacho se preocupó viendo que Brooke no llegaba. Decidió dar una vuelta por la mansión de Massimo Costello. Aguardó unos minutos afuera hasta que vio al chofer saliendo de la mansión por la puerta trasera. Decidió bajar y preguntarle.—Buenas noche amigo —dijo en tono amable, el joven lo miró con mala cara. —¿Qué quiere? —preguntó en tono despectivo. —Sólo quería saber si Brooke, la nueva empleada está aún aquí. —No, hace ya un buen rato que se marchó y por lo que escuché no creo que regrese. Parece que se estaba acostando con el jefe —murmuró. Aquellas palabras despertaron en Nacho, una rabia oncontenible. Tomó del cuello de la camisa al joven, quien lo empujó con fuerza haciendo que el hombre cayera al suelo. En ese preciso momento, Massimo observó la situación desde la ventana de la sala principal y salió al ver lo que ocurría. Vio como el joven sostenía a Nacho en el piso, justo cuando este se disponía a golpearlo, escuchó la voz de su patrón:—¡De
Los pensamientos de Brooke andan por todas partes, nunca en su vida se había sentido más desolada que en esos momentos ¿Qué mal había hecho ella para que la vida le pagara de esta manera? Eso era algo que no podía comprender. Nunca le había hecho un mal a nadie, siempre que pudo ayudó a otras personas y, sin embargo, ahí estaba ella, una vez más en las calles sin tener a dónde ir.Tenía la sensación de que cada vez que pensaba que ya todo estaba bien, que había conseguido una estabilidad para su bebé, las cosas se torcían de una manera demasiado complicada. El trabajo en la casa de los Costellos era perfecto para ella, le gustaba lo que estaba haciendo y, aunque no era el trabajo de sus sueños ni lo que anhelaba hacer, se sentía cómoda y tranquila y, por el momento, eso era todo lo que buscaba. Ahora, en cambio, cada célula de su cuerpo estaba en tensión y alerta intentando buscar una solución para ese momento.Estaba molesta porque por más deseos que tuviera de arreglar la situac