Esa misma noche Nacho salió de la pensión para iniciar con su trabajo como usualmente hacía. Estaba preocupado, no podía sacarse de la cabeza a la pobre chica que había dejado durmiendo en su propia cama. A él le costaba sustentarse a sí mismo, no había forma humana posible en la que pudiera sustentarla a ella por más que lo deseara, pero tampoco tenía el corazón tan fuerte para decirle que se marchara de ahí y dejarla desamparada. Sentimientos encontrados se debatían dentro de aquel hombre.
Al llegar en la tarde después de todo un día de trabajo, se la había encontrado en posición fetal acostada en la cama llorando de forma desconsolada porque no tenía a nadie a quien acudir. Aunque Brooke no se atrevió a contarle a Nacho la otra parte de su verdad, en su propio criterio, Esteban Robinson era un gran imbécil que no había sabido valorar al ser maravilloso que era Brooke. Mas también pensó que la mayoría de las personas adineradas que él había conocido, eran cretinos, prepotentes o tontos, así que no le tomaba por sorpresa tampoco.Para su suerte, un cliente le apareció pronto levantando su mano y él se detuvo. Justo cuando Nacho andaba pensando en los ricos, se le montaba uno al coche, tenía que serlo, el porte, la ropa, la manera de andar y el reloj que resplandecía en su muñeca, lo delataban a primera vista.—Buenas noches —dijo una vez en el auto, le indicó la dirección al taxista y sacó su móvil para de forma inmediata comenzar en lo que se convirtió en una discusión bastante acalorada.Nacho miraba con discreción por a través del retrovisor cada gesto que hacía el hombre.—Necesito que me consigas a una persona de confianza. No puedo sencillamente meter a cualquiera en mi propia casa, eso sería demasiado arriesgado. Espero tu mensaje, para eso te pago —finalizó la llamada para terminar diciendo— bueno para nada.Justo en ese momento, Nacho tuvo una idea que lo alumbró de inmediato. En el par de días en el que llevaba conociendo a Brooke había notado que era una buena chica, sincera y con muy buenos principios, de lo contrario ya hubiera podido robarle lo poco que tenía en su pensión y salir corriendo de allí.—Disculpe mi atrevimiento señor, sé que no me corresponde inmiscuirme, pero escuché que necesita a alguien confiable para trabajar en su empresa ¿estoy en lo correcto?—Sí —le respondió el hombre con la voz más seria que Nacho hubiera escuchado jamás— estoy necesitando personal de limpieza, hace poco tuve que echar una buena cantidad de la plantilla debido a que me estuvieron robando, se llevaron buena parte de las joyas de mi esposa y algún que otro ornamento y ahora necesito renovarla.—Pues resulta que yo tengo una sobrina que necesita trabajo y le aseguro que es una chica sumamente responsable, honrada y comprometida —si de alguna manera Nacho podía ayudar a Brooke estaba dispuesto a hacerlo y esta podía ser una muy buena oportunidad para ella.El hombre metió su mano derecha en el bolsillo de su chaqueta y sacó una tarjeta que le extendió, era su tarjeta de presentación.—Désela a su sobrina y dígale que me llame, nos pondremos de acuerdo para hacerle una entrevista.—Muchas gracias señor, sé que no me conoce de nada y que anda buscando alguien de confianza pero… —el hombre lo interrumpió levantando un dedo.—No diga más, siempre he tenido el don o la desgracia de poder leer a las personas y sé que me está siendo sincero, no ha fanfarroneado acerca de su sobrina y ya eso me indica que no hay mentiras en sus palabras. Voy a estar esperando su llamada, ahora, si no le importa, quiero llevar el resto del viaje en silencio.Sin dudas era un hombre seco y distante pero, por alguna razón que Nacho desconocía, le había dado su tarjeta. Al parecer, las probabilidades se estaban inclinando a favor de Brooke y una enorme sonrisa apareció en el rostro del taxista, sabía lo mucho que eso significaría para ella.Alrededor de las doce de noche, Nacho hizo su entrada a la pensión, por supuesto, la pobre chica se encontraba aún encogida, parecía un pequeño cervatillo indefenso, demasiado delicado, los surcos oscuros alrededor de sus ojos y la coloración roja de estos le indicaban que no había parado de llorar en un buen tiempo. No conocía su pasado, pero sin dudas, esa chica había pasado por mucho, pero ahí estaba él con una pizca de esperanza para ella.—¿Brooke? —ella levantó su cabeza rápidamente.—Lo siento mucho Nacho, ya sé que llevo más tiempo aquí del que debería, me marcharé —aquel cervatillo estaba más desolado de lo que él pensaba.—No pequeña, no, no tienes que irte a ninguna parte, esto es lo que tengo para ofrecerte —dijo señalando la habitación con sus manos— y seguirá estando para ti el tiempo que lo necesites ¿Sabes? Hoy estuve trabajando y fue una buena noche, pude conseguir algo para ti —cuando terminó la frase le ofreció la tarjeta.—¿Qué es esto? —le preguntó ella extrañada mientras la leía.—Ese podría ser tu salvoconducto hasta que aparezca algo mejor porque sé que te espera algo mejor allá afuera, tiene que haberlo, no puede ser que alguien tan noble como tú se vea obligado a pasar por tantos horrores todo el tiempo. Esa es la tarjeta de un cliente que transporté hoy, necesita de una empleada doméstica en su casa y dijo que estaba dispuesto a hacerte una entrevista. Sé que no es mucho pero… Brooke no lo dejó terminar de hablar, se abalanzó sobre él y lo enredó en un fuerte abrazo.—Muchísimas gracias Nacho por todo lo que estás haciendo por mí, eres mi ángel de la guarda —Brooke no tenía ni idea, pero Nacho era mucho más que eso, más adelante lo comprendería, mientras tanto, un rayo de luz parecía estar dispuesto a alumbrar un poco su destino y a espantar la oscuridad, al menos, de momento.A las primeras luces de la mañana siguiente, Brooke se levantó con las mejores energías que podía tener, preparó un poco de café que estuvo listo justo cuando Nacho fue a desayunar, era lo menos que podía hacer por él para devolverle todo lo que él estaba haciendo por ella.—Estás de muy buenas esta mañana —destacó Nacho quien no la había visto sonreír desde que la conoció.—Sí, tengo muy buen presentimiento sobre el día de hoy. Llamaré a ese señor y estoy segura de que conseguiré el trabajo. Por primera vez desde que mi mundo se puso de cabeza siento que puedo salir de esta y este será solo el comienzo, me esforzaré y me convertiré en mi mejor versión, te prometo que cuando eso pase, te llevaré conmigo a todos lados. Eres la mejor persona que he conocido en mi vida —dijo recordando a su madre, ella sí que era un ángel pero no quería que Nacho comenzara a preguntarle sobre ella, ese no era un día en el que se permitiría tristeza alguna.—Ahora no tienes que preocuparte por eso, viv
La vida de Brooke comenzaba a cambiar y con ello, volvía a sentirse fuerte, llena de valor y segura de poder mantener a su bebé sin tener que mendigar absolutamente nada a Esteban Robinson. En tanto, ella continuaba en la pensión donde Nacho le dio albergue, por la mañana salía para su empleo y en las noches regresaba, en ocasiones se topaba con Nacho cuando este iba a saliendo a trabajar en su taxi. Podía notar que al salir, algunos de los vecinos de la pensión murmuraban sobre la relación de ella con aquel hombre mayor, pero ella no quiso prestarle atención a sus comentarios, sabía quién era ella y también sabía de la nobleza de aquel hombre. ¿Pero, por qué en ocasiones, Ignacio se veía tan triste? ¿Qué era eso que llenaba su corazón de tristeza? Llegó a la mansión como de costumbre, se sorprendió cuando la Ama de llaves la recibió con un pago adelantado.—¿Esto qué es? —preguntó con asombro.—El Sr Costello me pidió que te lo haga llegar. Dice estar muy satisfecho con tu t
Esteban seguía con la cabeza llena de interrogantes, ¿Cómo podría ser su hija, aquella bebé? Y en caso tal de ser cierto ¿Quién era su madre? ¿Por qué la dejó allí abandonada? A pesar de sus dudas e interrogantes, lo único que importaba en ese momento era saber si era su hija realmente. Le pidió a su chofer que preparara el auto para ir hasta la clínica. Mientras él aguardaba por el coche, Gerardo va hasta la cocina, está algo nervioso con aquella extraña situación. —¿Qué tienes Gerardo? Traes una cara. —comenta Sandra.—Nada, es que acaban de dejar a una niña en una cesta y dicen que es hija del Sr Robinson. —¿Cómo dices? —pregunta con estupor. Ella más que nadie sabía que Esteban tendría un hijo con Brooke. —Sí, eso lo que oyes, es una criatura hermosa, la verdad me enternece. —¿Y dónde está? —insiste en saber. —La tiene el Sr Robinson. Creo que la llevará a hacerle un examen de paternidad.—¿Cómo? —pregunta un tanto nerviosa. Debía informarle a la mujer para la que había trab
Una vez terminado los análisis, Esteban fue de regreso hacia su hogar con la bebé en brazos a pesar de toda la insistencia de su madre para que no lo hiciera. Por mucho que intentara pensarlo, no se imaginaba dejando a esa inocente criaturita sola en un hogar de acogida, abandonada a su suerte por segunda vez, no, se negaba a ser ese tipo de padre. Ya la propia madre había tenido que dejarla, algo por lo que él ya se culpaba, no iba a cagarla de nuevo, no esta vez.Los días pasaron y él se esforzó en gran medida por hacer todo a su alcance por la niña. Acomodó su propia habitación con una cunita, con juguetes, acolchonó el suelo, a pesar de la niñera que había contratado, él intentaba hacer la mayoría de las cosas por sí mismo. Quería criar a Hope, quería que ella sintiera su calor, su afecto, ella necesitaba saber que él era su padre. Si de él dependía, esa bebé jamás descubriría lo que se siente estar solo en el mundo, siempre lo tendría a él.Unas semanas después, un co
Cuando Brooke nació, estuvo rodeada de riquezas, ostentación y lujos, su padre era un hombre poderoso en el mundo empresarial. Tenía una gran mansión y dinero, por ello cuando conoció a Simone, la madre de Brooke, no fue difícil envolverla en sus encantos. —¿Te quieres casar conmigo? —le preguntó Ignacio, a plena luz de las velas en el más prestigioso restaurante francés “Four Season de París”. Fue inevitable rechazar aquella propuesta cuando Simone se sentía la doncella del cuento de hadas. Simone Barnie, era una hermosa rubia de origen francés pero de una clase social muy pobre. Mas Ignacio Mendez quedó impactado con la belleza inusual de la rubia, la tarde que ella lo atendió en la cafetería donde trabajaba como mesera. Una hermosa historia de amor, de esas que cualquier chica de su edad, desearía protagonizar.Se casaron y a los dos meses, ella quedó embarazada. Sin embargo, había algo que ella no imaginaba y era que su príncipe era un ludopata, un hombre con u
Al notar la tardanza, Nacho se preocupó viendo que Brooke no llegaba. Decidió dar una vuelta por la mansión de Massimo Costello. Aguardó unos minutos afuera hasta que vio al chofer saliendo de la mansión por la puerta trasera. Decidió bajar y preguntarle.—Buenas noche amigo —dijo en tono amable, el joven lo miró con mala cara. —¿Qué quiere? —preguntó en tono despectivo. —Sólo quería saber si Brooke, la nueva empleada está aún aquí. —No, hace ya un buen rato que se marchó y por lo que escuché no creo que regrese. Parece que se estaba acostando con el jefe —murmuró. Aquellas palabras despertaron en Nacho, una rabia oncontenible. Tomó del cuello de la camisa al joven, quien lo empujó con fuerza haciendo que el hombre cayera al suelo. En ese preciso momento, Massimo observó la situación desde la ventana de la sala principal y salió al ver lo que ocurría. Vio como el joven sostenía a Nacho en el piso, justo cuando este se disponía a golpearlo, escuchó la voz de su patrón:—¡De
Los pensamientos de Brooke andan por todas partes, nunca en su vida se había sentido más desolada que en esos momentos ¿Qué mal había hecho ella para que la vida le pagara de esta manera? Eso era algo que no podía comprender. Nunca le había hecho un mal a nadie, siempre que pudo ayudó a otras personas y, sin embargo, ahí estaba ella, una vez más en las calles sin tener a dónde ir.Tenía la sensación de que cada vez que pensaba que ya todo estaba bien, que había conseguido una estabilidad para su bebé, las cosas se torcían de una manera demasiado complicada. El trabajo en la casa de los Costellos era perfecto para ella, le gustaba lo que estaba haciendo y, aunque no era el trabajo de sus sueños ni lo que anhelaba hacer, se sentía cómoda y tranquila y, por el momento, eso era todo lo que buscaba. Ahora, en cambio, cada célula de su cuerpo estaba en tensión y alerta intentando buscar una solución para ese momento.Estaba molesta porque por más deseos que tuviera de arreglar la situac
Después de una búsqueda exhaustiva, Nacho y Massimo no tuvieron suerte. Pasaron siete meses indagando con el investigador privado con la esperanza de encontrar alguna pista que los llevara al paradero de Brooke pero en todo ese tiempo no se le vio ni el pelo, así que desistieron, pararon la búsqueda muy a su pesar.Los dos hombres estaban desesperados, Massimo estaba arriesgando su pellejo con su mujer, llevaba saliendo cada tarde con Ignacio en su auto en búsqueda de la chica que le había robado su corazón, ya no tenía justificación que darle a Emma y esta se había cansado de hacer preguntas, sabía que su esposo andaba en algo pero le interesaba más su posición económica que lo que pudiera estar haciendo su marido, ella se estaba desquitando de la mejor manera en la que podía y Massimo no sospechaba nada.Por otra parte, estaba Ignacio quien cada noche tenía pesadillas relacionadas con su hija, unas veces ella estaba tirada a su suerte en la calle, otras estaba llorando d