Al igual que Esteban, Brooke estaba viviendo el peor momento de su vida, había sido nuevamente traicionada por un hombre. Luego de salir de aquella oficina, regresó a la mansión junto con los gemelos. Ellos no tenían la culpa de lo que Massimo le había hecho. Se sentía muy triste y decepcionada, pero verlos sonreír la ayudaba a superar aquel nuevo obstáculo. Por su parte, Massimo trataba de explicarle lo ocurrido, de pedirle que lo perdonará, mas ella no quería saber de él, no deseaba escucharlo, realmente deseaba desaparecerse como por arte de magia y no volver a ver a ninguno de los dos. Fue entonces, cuando decidió salir a dar una vuelta en su auto. Ahora que Nacho ya no trabajaba para ella, debía ser independiente y valerse por sí sola, como siempre.No podía negar que deseaba ver a su padre, recibir su abrazo, llorar en su hombro. Realmente lo necesitaba. Condujo por varios minutos sin rumbo fijo, hasta que detuvo el auto para tomar un café, con su segundo embarazo había est
Los días y meses transcurren rápidamente, Brooke podía ver a su hija sin tener que estar vigilada por Esteban o por Camila. Disfrutaba de su pequeña, jugaban y reían comiendo algún helado o visitando algún zoológico o algún parque infantil. A pesar de los tropiezos todo comenzaba a fluir en su vida. En tanto, esa misma tarde cuando regresó a la mansión para llevar a la niña con su padre, se encontró con una difícil situación, Camila estaba en labor de parto. Esteban le pidió a Brooke quedarse con la niña esa noche. Aquella era la oportunidad perfecta para estar con su hija como soñó, perp por otro lado, saber que Esteban sería padre de aquel niño, lo provocó una inmensa melancolía. Él se veía preocupado por su mujer y su futuro hijo. Aún así subió con la pequeña hasta su habitación y la ayudó a recoger la ropa que llevaría para la mansión. Antes de poner el auto en marcha le envió uun mensaje Massimo informándole que llevaría a su hija a su casa.Brooke “Iré con Hope a casa”Ma
Brooke se sentía llena de dudas, no quería abandonar a los gemelos, pero iniciar de cero tampoco resultaba tan fácil. Ella creció sola, al lado de su madre, sin la figura paterna que le brindara seguridad y protección; quizás por ello, era tan insegura al tener que tomar decisiones. ¿Deseaba lo mismo para sus dos hijos? No, evidentemente no. Antes de pensar en ella, debía pensar en Hope, y en aquel bebé que llevaba en su vientre. Aceptó aquella propuesta y puso lo mejor de sí para que funcionará. Necesitaba creer que la vida podía programarse como un proyecto, sin contar que existe un destino, cuyas cartas están echadas.En tanto, en la mansión Robinson, Hope está feliz con su nuevo hermanito.—¿Papá, puedo cargarlo? —preguntaba con esa mirada tierna e inocente que dejaba a Esteban a merced de su pequeña Hope.—Sólo si yo lo aguanto. ¿Vale? —la niña asintió y Esteban colocó al pequeño Gael en sus brazos. —Es pequeñito, papá. —dijo emocionada al sentir al bebé entre sus brazos
De pronto, Camila se encontraba en un nuevo lugar, sus pies estaban pisando suelo inestable y no sabía qué hacer. La única noche en la que se habían visto, Rob y ella habían tenido una conexión especial, lo sintió, solo que no se permitió nada más con él porque le interesaba más su posición con Esteban Robinson que un amor verdadero. Camila no demoró mucho en pensar las opciones que tenía, o se quedaba con Esteban solo para que Rob la llevara a juicio por la custodia del bebé y Esteban descubriría que ella le había sido infiel, o, elegía vivir con Rob al mismo social que tenía mientras su hijo crecía al lado de su verdadero padre y se quitaba de encima toda la letanía de los abogados, los jueces y tener que contarle todo a Esteban. La respuesta para ella estaba más que clara, no había absolutamente nada que pensar. Demoró un par de minutos en tomar su decisión.—Espera, Rob —lo detuvo antes de que este se marchara— De acuerdo, me iré contigo. Desde el inicio sentí que tú y yo podía
Cuando Esteban llegó al lugar donde el auto de Massimo estaba volcado, el pánico se adueñó de él. Había quedado completamente impacto por la forma en la que su hermano abandonó el bar después de que él le contó todo lo que sabía. Además de ser su hermano, Esteban consideraba a Massimo como su rival número uno, era el hombre que dormía cada noche al lado de la mujer que él amaba, al lado de la mujer que había sido suya una vez, pero, a pesar de ello, Esteban no era una mala persona y, después de pensarlo unos segundos, supo que su consciencia no lo dejaría tranquilo si no se aseguraba que Massimo estaba bien, sobre todo después de la forma tan abrupta en la que se había ido de ahí.No hubo prácticamente demora entre la partida de Massimo y la de Esteban, sin embargo, el primero, había recorrido los kilómetros de la carretera a toda velocidad, tanta que Esteban no fue capaz de seguirle el ritmo, no de una forma prudente, se limitó a seguir recto y esperar encontrarlo en algún momento
Justo y como Esteban había afirmado, tanto él como Massimo compartían el mismo tipo de sangre y la donación le savó la vida al CEO de la editorial, a pesar de lo delicada que estuvo su salud por cuatro largos días en los que lo mantuvieron conectado a una máquina que respiraba por él.En ese tiempo, Esteban pudo contarle a Brooke todo lo que Sandra y Gerardo le habían develado. Le explicó cómo se sentía y le pidió perdón innumerables veces. Se mantuvo a su lado todo el tiempo que podía, incluso, compartieron la custodia de la pequeña Hope y de los gemelos Costello las noches que salían del hospital para descansar un poco. Por una parte, ella sintió gran alivio, por la otra solo podía pensar en Massimo y en su recuperación y en el hecho de que los dos hombres de su vida eran familia, eran hermanos y ella se encontraba justo en el medio de ambos. No fue solo hasta que sus ojos se abrieron que ella pudo soltar un largo suspiro de alivio. Massimo era un hombre fuerte por lo que, una
Después de la conversación que Massimo y Brooke tuvieron, ella tuvo la libertad de ir en busca de Esteban, él había estando deseando tener una oportunidad de explicarle todos sus sentimientos y no se le había dado debido a las circunstancias en las que se encontraban, pero, una vez ella lo contactó, ambos dejaron sus sentimientos claros sobre la mesa, era evidente que se amaban con locura y Esteban fue el hombre más feliz de la tierra cuando ella le dijo que el hijo que estaba esperando en verdad era suyo. Las lágrimas corrieron por sus mejillas al percatarse de que, en esta ocasión, sí tendría la oportunidad de estar junto a su mujer desde el momento en el que el bebé naciera, cuando supo que su familia no tendría que separarse nunca más. Por primera vez en mucho tiempo, eran plenos. El juicio entre Emma y Massimo no demoró mucho en tener lugar, dos semanas después, estaban dando el veredicto final y, a pesar de que ella utilizó todos los métodos y recursos que tenía al alcance de s
Los nervios de Esteban estaban por todo el hospital debido a los dolores incontenibles del trabajo de parto de su chica, ella había decidido que quería traer a su bebé al mundo de forma natural y eso incluía nada de epidural. Él no soportaba verla así, pero se daba aliento pensando que en breve tendría su segundo hijo con Brooke, con el amor de su vida y que, por fin, después de haber pasado tanto, de haber sufrido al extremo, el universo los había unido una vez más y esta sería la definitoria.Brooke tuvo un varón precioso al cual nombraron Joy, ella miraba a su alrededor mientras sostenía a su pequeño en brazos sin poder creer lo lejos que había llegado, sin poder creer que, al fin, después de tanto sufrimiento y dolor, estaba teniendo su final feliz. Casi todos sus seres queridos se encontraban en esa habitación con ella, Esteban a su lado, disfrutando de su hijito y Sol y Massimo en la esquina opuesta, sentados en un pequeño sofá sonriendo mientras observaban a su sobrino. Todo e