28. No estás sola, Sofía.
Gabriel sintió como todo el cuerpo entero se le puso en tensión, porque no sabía que demonios podía ser peor de lo que ya les habían dicho, sin embargo no dudó un solo segundo en decir:—Dímelo.La bruja lo miró con ojos sabios, evaluando cada palabra antes de responder.—Alfa, el vínculo es más que un acto físico.Y por razones que no sé ni me competen puedo ver que usted no lo ha completado, no la ha reclamado como su luna, sospecho que es porque su corazón aún lucha con algo que no quiere enfrentar. Al escuchar las palabras todos los músculos de su cuerpo se quedaron rígidos, pues cada cosa que la mujer acababa de decir era cierta. —Eso no es tú problema— le dijo en un gruñido bajo, pero la mujer no pareció ni mínimamente afectada, por el contrario siguió diciéndole.—Tal vez no lo sea, pero, debe saber, alfa que si no lo hace pronto, ella quedará vulnerable, a merced del enemigo. Pues al unirse le pasarás parte de tu poder y tal vez eso consiga activar su lado mágico, quitar el b
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