Mía atravesó todo el campus siguiendo a los estudiantes que iban a la fiesta de la fogata, impulsada por una fuerza externa, la cual no podía explicar. Simplemente sintió que debía hacerlo y así lo hizo.A medida que se acercaba a donde se encontraban todos, una sensación extraña se asentaba en su estómago, provocándole un malestar que realmente la incomodaba. Lo que experimentaba podía describirse como ese sexto sentido, ese mal presentimiento que te dice que algo va a salir terriblemente mal.Mía alcanzó a ver a sus amigos bastante cerca de la fogata, pero ninguno de ellos se percató de su presencia, ella no quería que la notasen, ni siquiera sabía con exactitud el por qué estaba ahí.De pronto volteó hacia la línea oscura de árboles en la distancia, el lugar no se veía nada atractivo para entrar, y, de hecho, ningún estudiante se acercaba allí. Ellos preferían estar en la seguridad de la luz, al lado del fuego.Sin embargo; a pesar de todas las advertencias que sus propios instinto
Leer más