William se queda completamente inmóvil, con los ojos abiertos como platos. No dice una palabra, ni siquiera parpadea. Sorprendida por su reacción, paso mi mano por delante de sus ojos, pero él no reacciona en absoluto.—William, ¿estás bien? —pregunto, agitando mi mano más cerca de su cara.Nada. Ni un parpadeo.Trato de aliviar la tensión, y decido hacer una broma.—Bueno, al menos no soy la única sorprendida —digo, riendo nerviosamente.De repente, William se levanta de un salto, como si hubiera despertado de un trance.—William, estoy igual de impactada que tú. Si no quieres a este bebé, no pasa nada. Yo lo voy a tener y si no quieres involucrarte, estás en todo tu derecho.William finalmente parpadea y me mira confundido.—¡Voy a ser papá! —grita, con una mezcla de alegría y pánico en su voz.—Sí, William, vas a ser papá —digo, sonriendo.William comienza a caminar de un lado a otro, murmurando para sí mismo.—Necesitamos una cuna… y pañales… y… ¡Oh Dios, necesito aprender a cambi
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