James y yo nos miramos a los ojos, y no hace falta que hablemos, nuestras miradas lo dicen todo. El bullicio de la ciudad desaparece, dejándonos solos en nuestro pequeño mundo, el cual tanto añoro. Justo en este momento, necesito escuchar las razones por las cuales me abandonó. Mi corazón alberga una pequeña esperanza, aferrándose a la posibilidad de que exista una justificación importante, sin embargo, no estoy lista para enfrentar su verdad. La idea de que sus motivos puedan ser lo suficientemente convincentes como para hacerme caer de nuevo en sus brazos me aterra. Lo amo, eso es indiscutible, pero el miedo a un nuevo dolor me paraliza. Necesito tiempo para asimilar la realidad, para preparar mi corazón.—James, te voy a dar una oportunidad para que me expliques todo, pero no hoy. Dame tiempo, te prometo que cuando esté preparada, te llamaré.—Te daré todo el tiempo que necesites, pero nunca dudes de mi amor. Mírame, Mía, sin ti no soy nada, créeme, princesa.Observo cómo le tiemb
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