William comienza a caminar por el salón desesperado, pasándose las manos por su cabello rubio. De pronto, se detiene y grita a pleno pulmón:—Mía, no me esperaba esto de ti.—William, lo siento, pero yo jamás te he dicho que te iba a dar una oportunidad. Vamos a tener un bebé juntos, pero eso no significa que tengamos que ser pareja.—Pero yo te amo, y si ese hombre no hubiera regresado, con el tiempo habríamos terminado juntos.—No, William, no te equivoques, jamás estaremos juntos.William clava su mirada en James, dando un paso hacia adelante. James, coloca una mano delante de mí y me hace retroceder.—Cálmate —ordena James. Pero William, nervioso y fuera de sí, se abalanza sobre él.Jud y yo gritamos al unísono al ver cómo los dos empiezan a golpearse. Nosotras chillamos, sin saber qué hacer. De repente, me acuerdo de Thomas. Corro hasta la puerta de entrada, la abro, pero no está. Me apoyo contra la pared, mareada, con el corazón latiendo a mil por hora y un malestar invadiéndome
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