La idea de compartir la noche con James me atrae, no puedo negarlo. Sin embargo, está Franchesca, bajo nuestro mismo techo. Por lo tanto, con un suspiro de resignación, debo decirle que no.—James, esto no es correcto. Franchesca está con nosotros, y no sería justo para ella. Sería una falta de respeto.—Tienes razón, lo siento —contesta—. No sé en qué estaba pensando.Después de cenar, James camina a mi lado hasta la puerta de mi dormitorio, se detiene y se gira hacia mí. Levanta su mano y, con delicadeza, acaricia mi mejilla. —Buenas noches, Mía —susurra, y antes de que pueda reaccionar, me planta un beso fugaz en los labios.—Buenas noches, James.Antes de meterme en la cama, le dedico un momento para escribir a mis amigas. Me alegra saber que su viaje ha ido bien, y ahora están disfrutando en club. Les acabo de prometer, que el lunes, sin falta, encontraré un hueco para visitarlas.El domingo es un día tranquilo para James y para mí, hemos decidimos no salir y disfrutar de la cas
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