Amelia.Sabía que, en cualquier momento, algo como esto podía pasar, pero ahora no tenía mucho miedo, porque de cierta forma, Maxi estaba a salvo…Pasara lo que pasara…Por alguna razón el día se volvió oscuro, y mínimas gotas comenzaron a caer en medio de todo estoEdric se acercaba rápidamente, su rostro estaba retorcido por la furia y la traición. Sus hombres se posicionaron estratégicamente alrededor de nosotros, sus armas nos apuntaban, y Ares se movió con agilidad, como si estuviera en su elemento natural, con una postura segura y decidida y una determinación feroz brillaba en sus ojos colocándome detrás de él, como si él pudiera con todos ellos y pudiera salvarme.Entonces supe que debía remediar todo de alguna forma, porque si no, iban a matarlo…Me giré de golpe y tomé el rostro de Ares para susurrar.—No le digas la verdad… esconde a Maxi, te lo pido… —pero en el instante, Edric llegó a nosotros, y me tomó del brazo de forma ruda, halándome muy fuerte hacia atrás y haciéndom
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