Siento distintas voces que me llaman, escucho a mi madre hablarme a una hora específica pero mi cuerpo no reacciona, solo oigo su llanto y desesperación. Comienzo a mover los dedos de las manos, pero poco a poco para demostrarle que sigo acá, que no me he ido. Mi cuerpo parece que quiere reaccionar en conjunto, porque puedo mover mi mano completa y con mucho esfuerzo, empiezo abrir mis ojos. La luz brillante me ciega y me aturde un poco, pero me voy adaptando poco a poco a la claridad de la habitación. Parpadeo varias veces, para darme cuenta que estoy en una habitación blanca de hospital. Pero, ¿Cómo llegue a este lugar?Un doctor llega corriendo a mi cama, mientras que yo sigo asimilando que acabo de despertar y no me acuerdo de nada.—Muy bien, primera pregunta linda ¿Recuerdas cómo te llamas?—Anabelle Saltzman.Las palabras salen por si solas, busco con la mirada a mi madre quien enseguida sale a mi rescate, me abraza fuertemente con lágrimas en sus ojos.— ¿Sabes dónde te encue
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