Siento distintas voces que me llaman, escucho a mi madre hablarme a una hora específica pero mi cuerpo no reacciona, solo oigo su llanto y desesperación. Comienzo a mover los dedos de las manos, pero poco a poco para demostrarle que sigo acá, que no me he ido.
Mi cuerpo parece que quiere reaccionar en conjunto, porque puedo mover mi mano completa y con mucho esfuerzo, empiezo abrir mis ojos. La luz brillante me ciega y me aturde un poco, pero me voy adaptando poco a poco a la claridad de la habitación. Parpadeo varias veces, para darme cuenta que estoy en una habitación blanca de hospital. Pero, ¿Cómo llegue a este lugar?Un doctor llega corriendo a mi cama, mientras que yo sigo asimilando que acabo de despertar y no me acuerdo de nada.—Muy bien, primera pregunta linda ¿Recuerdas cómo te llamas?—Anabelle Saltzman.Las palabras salen por si solas, busco con la mirada a mi madre quien enseguida sale a mi rescate, me abraza fuertemente con lágrimas en sus ojos.— ¿Sabes dónde te encuentras?—En una habitación de un hospital.Respondo la pregunta tan estúpida del doctor. Observo el rostro de mi madre y se nota más avejentado, tiene los ojos con bastantes ojeras notorias, su pelo siempre ha sido de color rojizo y bien cuidado, mientras que ahora tiene el pelo color negro con algunas canas asomándose. Incluso se encuentra más flaca de lo habitual, sé que ella ama la vida fittnes, realmente algo le debe afectar para que se encuentre en ese estado.—Anabelle, es duro pero tienes que saber que estuviste dos años perdida y llevas en el hospital dos días inconscientes ¿Sabes dónde estabas estos 2 años?Niego mientras instantáneamente miro mis manos buscando alguna señal de donde estaba. Todo mi cuerpo se encontraba en perfecto estado, solamente mi cabellera castaña se encontraba más larga.A la habitación llegan unos hombres uniformados que comienzan hablar con el doctor y le da permiso para interrogarme.—Anabelle, soy el agente Parrish e investigó los casos de desapariciones de este condado. Fuiste la única chica que volviste con vida de las 250 desaparecidas. Tú ayuda es importante para nuestra investigación. Vuelvo a negar todo y mi vista se nubla con mis lágrimas. Mi cabeza comienza a doler fuertemente y solamente me acuerdo de un nombre, siento que es especial porque mis ojos comienzan a soltar lágrimas.—Zachary Von Veldeke, solamente me recuerdo de eso, pero no sé qué significado especial tiene ese nombre —Respondo segura mientras juego con mis manos nerviosa, siento que este chico me estuvo acompañando durante este dos años, miro a mi madre quien tiene una cara de espanto— Mamá ¿Te acuerdas del chico guapo, que te dije que era nuestro vecino?La cara de mi mamá era un poema, no sabía en absoluto quien era ese chico, incluso me afirmo que en esa casa no vive nadie, la policía igual afirmo lo que mi madre me había dicho—Si te pedimos un retrato hablado ¿Nos ayudarías?Asiento rápido y los oficiales salen de mi cuarto para dejarme sola con mi madre, la cual me consuela y me mima.2 meses más tardes.Los recuerdos han venido a mi mente como flashback cada vez más fuertes e intensos. No puedo dormir tranquila por el miedo de estas Memorias Sangrientas, he decidido creer que me he vuelto loca. Creo que sufrí algún trauma durante mi secuestro que me hizo crear un mundo imaginario, tan absurdo y sin sentido. He aceptado ir a terapia por el bien de mi salud mental, necesito estar bien conmigo misma y comenzar a perder el miedo a estar sola. Volver a retomar mis rutinas diarias.En la escuela, soy un bicho raro, antisocial. No me fío de nadie, incluso me he encerrado en una pequeña burbuja por miedo a volver a lastimarme.Mi madre aparca el auto enfrente de la casa de la terapeuta y me sonríe.—Verás que tu vida va a cambiar en cuanto entres por esa puerta. —Mi mamá me saca de mis pensamientos negativos y me acaricia el pelo— Ábrete con Lara, ella es la mejor del pueblo.—Eso espero mamá.Susurro para mí y salgo del auto.El viento es bastante fuerte y me despeina un poco, pero a la vez, esta brisa es cálida y me es familiar. Un cuervo llama mi atención cuando comienza a croajar y me mira fijamente. Esta situación la he vivido en otro momento, pero realmente no logro recordar todo.Agarro con fuerza mi bolsito, me despido de mi madre quien me tira un beso pero yo solamente, me limito a sonreírle. Con inseguridad toco la puerta de madera, para los pocos segundos abrirse y se deja ver una mujer rubia, de ojos verdes, pecas en su rostro y de labios finos, además que su ropa es lo más sofisticado que pueda existir.—Hola Anabelle, bienvenida a tu terapia.Trato de fingir una sonrisa y entro a su clínica que se siente bastante acogedor. Me guía hacia una habitación que tiene grandes ventanas transparentes y las paredes súper blancas, además de tener varios títulos colgados en su pared.—Tu mamá me ha contado un poco el asunto, pero volvamos a recordar todo. Eres Anabelle Saltzman y estabas desaparecida por 2 años, pero hace 2 meses apareciste y no recuerdas nada ¿Cierto?Me siento un poco incomoda con esta nueva situación en un sofá acolchonado de color azul marino.—Solo tengo un recuerdo bien claro, un nombre, pero a mi mente vienen flashback que intento creer que son parte de mi trauma al estar 2 años raptada ¿Puede ser?Lara comienza a tomar notas y mueve el bolígrafo con nervios.— ¿Sucede algo? —Pregunto mientras comienzo a jugar con mis dedos, una nueva manía que adopte al despertarme en el hospital— ¿Qué es lo que recuerdas? ¿Cómo comenzó todo según esos flashback? Sigo jugando con las manos y suelto el aire que tengo acumulado en mis pulmones. Debo dejar de tener miedo, tengo que volver hacer la Anabelle de antes, dejar el miedo.Desde la ventana se visualiza al cuervo quien sigue en la misma posición, y recuerdo algo.—Todo comenzó cuando llegue a este pueblo….AnabelleUna nueva vida, un nuevo hogar, nuevas amistades, nuevo ambiente y nuevas aventuras. Esas son las definiciones que mi madre me ha recordado en todo el viaje, hacia nuestro nuevo hogar. Nos mudamos para el pueblo de mi padre, donde es nativa mi familia paterna y según los cuentos de mi madre, ellos la habían fundado hace años, el cual tiene por nombre Oblodville, pero es realmente conocida por Sangre Blanca por las leyendas fantásticas que se cuentan. Abro la ventanilla del auto y la brisa se siente tan fresca, tan limpia, tan pura. Enseguida saco una mano para sentir el viento entre mis dedos y como mi cabello comienza alborotarse.—Cariño, vas amar al pueblo.Mi madre se encuentra súper entusiasmada con el nuevo capítulo de nuestra historia y más que el hospital del pueblo la habían aceptado como uno de sus doctores principales.—Confió en ti, sé que todo nos va a salir bien.Le sonrió a mi madre, para luego cerrar la ventanilla y sumirme en mis pensamientos. Realmente teng
AnabelleLlevo 2 semanas en este pueblo y se han reportado 3 desaparecidos. Mis ejercicios matutinos se han cancelados, he optado por hacer ejercicio en casa protegiendo, principalmente después de ese grito tan horrible que escuche y de los toques de quedas tan absurdos. Mi mamá comenzó a trabajar y por suerte sus turnos son bastantes flexibles, aunque estoy rezando internamente para que no le pongan guardias nocturnas. Hoy comienzo mi segunda semana de clases. Todos me recuerdan que mi familia fue una de las fundadoras de este pueblo e incluso me hacen recordar la historia que me ha contado mi madre, más de una vez, creo que ya he perdido la cuenta.Suelto mis libros con fastidio en mi mochila y me dirijo hasta mi próxima clases cuando una chica intercepta mi camino y me muestra un papel.—Hoy es noche de romper reglas, voy hacer una fiesta prohibida en el bosque blanco ¿Vas a ir?La muchacha de pelo negro, textura mediana y de pocas curvas me muestra una hermosa sonrisa y me sigue
AnabelleVampiros, ellos existen. No puedo quitarme esa imagen de mi cabeza, esa muchacha intentando morder mi brazo y al lograrlo como escupió mi sangre, todo me parecía tan raro y confuso en estos momentos. Esa noche me quede dormida, cuando los rayos del sol llegaron a mi ventana y quite la silla que bloqueaba la puerta principal, para cuando mi madre llegara no sospechara. Esa semana que trascurrió me hice la enferma para no ir a la escuela, además no quería enfrentarme a la cruda realidad. Para la otra semana me era imposible volver a fingir que estaba enferma.—Anabelle ¿Te sucede algo? Te siento aislada, ya casi no hablas conmigo —Mi progenitora intenta tocarme la frente pero la esquivo— ¡Estas súper pálida! Intenta sacarme algún tema de conversación, pero mi mente solo tiene una palabra ¡Vampiros!—Simplemente es que me he sentido muy mal y aún estoy débil.Recojo mi mochila para esperar la guagua y antes de salir de mi cabeza, mi madre intenta agarrarme para contarme alg
AnabelleYa el sol comienza a ocultarse y mi ansiedad ha aumentado. Según el tutorial de YouTube de “Como matar a un Vampiro y no morir en el intento” necesito un sin número de artículos que ni en mil años lo voy a conseguir.Me doy en mi frente mientras sigo navegando en Google buscando algunas respuestas para mis preguntas ilógicas. Me percato que todo esté cerrado, trato de buscar unos dientes de ajo en el refrigerador para echarlos en agua y rociarlos al primero que intente entrar en mi hogar. Busco una linterna que brille bien fuerte, la cual mi madre tenía escondido en una de las gavetas de su cuarto. Solamente me queda esperar…Son la 1 de la madrugada, comienza a soplar el viento más fuerte de lo normal. Se escucha como las hojas de mis plantas del balcón comienzan a sonar en la ventana. Y de pronto comienza a llover fuertemente, me acerco para divisar el nivel de desastre que ha dejado el viento y el cielo se encuentra totalmente rojo, pero el cuervo no ha salido de mi balc
AnabelleMe despierto de golpe, mi cabeza me duele mucho y me siento aturdida. Comienzo a observar las paredes, son oscuras y bastantes irregulares. Me levanto como puedo del colchón sucio y con mal olor, comienzo a tocar las paredes y me doy cuenta que me encuentro en una cueva. Mi pie se encuentra amarrado con una cadena de hierro que me aprieta el tobillo. La puerta es de madera casi a punto de podrirse, desde afuera se visualiza una luz tenue.Me vuelvo acostar en un rincón de la habitación, sobo mis brazos por el frío que mantiene esta habitación, sumándole mi ropa mojada. Mi pelo aún no se ha secado del todo, por lo que calculo que no llevo mucho tiempo acá, incluso parte de mi ropa está bastante húmeda principalmente la interior. Seco mis lágrimas con rabia, no tenía que haber huido de casa, tenía que enfrentar a mi madre y decirle sobre la mordida. Pero decidí ser cobarde y correr como una tonta, en una ciudad llena de vampiros. La puerta comienza a sonar y me pongo a la defe
AnabelleNunca iba a poder imaginar que mi vecino, es un maldito vampiro. Estuve siempre custodiada por ellos y yo simplemente viví mi vida como una lunática. El llamado Zachary se levanta de su asiento, juega con unas llaves y se acerca con una sonrisa juguetona en su rostro.—Ya veo que me recuerdas, vecinita.—Claro que sí, eres el vecino acosador que se masturbaba al verme por la ventana. Comienzo a desafiarlo, pero solamente me gano una sonrisa de su parte. Se acerca cada vez más y toma mis manos. Su tacto es frio y mi piel se eriza al momento, de manera involuntaria, aunque de momento me quita las cadenas de mi muñeca. Siento un pequeño alivio y enseguida masajeo esa zona tratando de aliviar un poco el dolor. Zac se aleja de mí, tengo la cabeza agachada masajeando mis manos y mirando la capacidad de huir de este lugar. — ¿Puedes levantar tu cabeza?Hago exactamente lo que el señor me pide y levanto mi rostro, mientras que ellos me miran fijamente.— ¿Cuál es tu nombre chica?