Lucian —Mi señor, es hora de salir a recibir a los invitados. Le respondo a mi lacayo con un gruñido. De ser por mí, no habría venido a esta ridícula fiesta, pero los lobos Alfa del pueblo de Grimstan insistieron, no pude negarme. El lobo me mira con temor, agacha la cabeza y se aleja en silencio. Este es mi día a día, es mi condena, que todos me miren como si estuviera a punto de arrancarles la cabeza; y quizá no estén tan equivocados, a veces eso es todo lo que quiero hacer. Sorin, el viejo lobo de la manada y también mi Beta más cercano, camina hasta quedar frente a mí; es el único que se atreve a hacerlo sin que le tiemble la voz. —Alfa Lucian, entre más lo demore, peor será, mejor apresurémonos, así podremos regresar a Dunwic más pronto. —Muy bien, terminemos con esto. —Oh, y trate de ser más amable, quizá aquí pueda encontrar a una esposa. Vuelvo a gruñirle con fastidio. Ya me he resignado, ninguna mujer loba es lo suficientemente fuerte como para aguantar mi presencia,
Leer más