Enzo por su parte, estaba aterrizando a Londres, cuando recibió el aviso que su esposa ya estaba en casa. Confiado, creyó en la noticia, sin saber, que solo era una trampa, y su esposa en realidad, estaba siendo transportada a otro lugar, lejos de su seguridad. Ni tan lejos. Estaban camino a la casa de Valentina. Estaba llegando a la mansión de su nuevo amigo en Londres, cuando se percató, que había algo extraño en el lugar. No había guardias en el lugar, y suponiendo que, la última vez que se vieron la esposa estaba en peligro, imaginaba más vigilancia. Hasta que lo encontró en su despacho. No había ama de llaves, ni escolta principal, ni nada de eso, lo cual lo llevaba a la idea de que era una trampa; y como no podía huir, se enfrentó, intentó hablarle; pero el sujeto estaba muy ebrio. Estudio la situación, salió afuera a mirar, entonces vio el cuerpo de algunos de los guardias, con chalecos explosivos. Corrió al interior, para buscar a su amigo, encontró un arma debajo del escr
Leer más