─Ya es de noche, Eloise, ¿todavía estás con él? ─preguntó calmada mi madre a través del teléfono.Por más que no estuviera en buenos términos con ella, había querido llamarla para verificarle que no me había pasado nada y estaba segura. Sabía que estaría preocupada. Había paseado todo el día fuera de casa.─Sí, estamos en su departamento -le confirmé.─Bien.Se escuchaba calmada, muy diferente a como de furiosa y alterada sonaba esta mañana.─¿Está todo bien? ─pregunté con mi ceño fruncido. Me había preparado mentalmente para ésta batalla y, a pesar de que sabía que seguiría molesta, me iba a aguantar eso con tal de confirmarle mi bien estar. Pero extrañamente esta vez no, ahí estaba ella, hablando conmigo como si nada hubiera pasado. Tranquila. Serena.─Sí, por supuesto.Encogí mis piernas hasta mi pecho en el sofá y apoyé mi barbilla en mis rodillas. Las abracé con mi mano izquierda.─Mamá, yo... ─suspiré calmándome─. Daniel es diferente, ¿sí? No es como lo pintas. Él solo me entien
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