Abrí mis ojos y recibí la negrura nuevamente, boca arriba, en lo que parecía un lugar caliente y cómodo. Mi cama.Como un rayo, los recuerdos de la noche anterior pasaron por mi cabeza; sonidos, personas, alcohol y música. Piel contra piel, manos unidas, sentimientos revelados y alientos que se unían para llegar a nada. Con un suspiro de arrepentimiento giré mi cuerpo de lado abrazando mi almohada.Había tratado de besar a Daniel y él me había apartado.Cerré mis parpados con fuerzas para apartar el remordimiento y presión en mi pecho. Estaba consciente en ese momento de todo lo que salía de mi boca. El inconveniente fue que mi subconsciente no logró razón para callarme o detenerme. El alcohol había resquebrajado esa habilidad y simplemente había hecho lo que en ese momento se sentía perfecto; tomar sus manos, sentir sus facciones... sus labios y ese suave cabello.Tenía mis dos manos en su rostro, su aliento enfrentaba el mío, sus labios se sentían a un centímetro de distancia. Era c
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