CAPÍTULO 45. SIN PREVIO AVISO
El corazón de Melisa retumbaba con fuerza al estar sobre Mason, parpadeó en repetidas ocasiones, ante su nerviosismo, podía sentir cada parte del cuerpo de él, especialmente el de su entrepierna. Con rapidez, las manos de él se acunaron en sus mejillas, acercó sus labios a los de ella, buscando encender más la llama que, sabía chisporroteaba en el interior de la joven, quien correspondió a aquel beso, extasiada. —Tus besos, me hacen sentir mejor —expresó al tener que separarse para tomar aire. La chica sonrió, sin dejar de mirarlo, aquellas palabras, derretían su noble corazón. —Me alegra que estés mejor —respondió con la voz agitada—, necesitas descansar, no te veías nada bien en el gimnasio —le recordó—. Casi te desvaneces. —No me dio tiempo de almorzar, si lo hacía no alcanzaba a llegar a entrenar…, en lo único que podía pensar es en que deseaba verte. — ¿En serio? —cuestionó incrédula. —Por supuesto, ¿acaso lo dudas? —centró su verdosa mirada en sus ojos, sus manos no perd
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