Mi vida no podía ir genial, estaba en la habitación de mi jefe con un contrato de matrimonio en mis manos, creí que eso solo pasaba en las novelas que veía Mamá pero al parecer también pasa en la vida real.Eliot había salido mientras yo ojeba el documento, era bastante claro, asistir a las cenas familiares, clases de etiqueta, estilista todos los sábados, clases de baile los domingos. ¿cuando trabajaría? El chico apareció de nuevo, traía una bata negra que le llevaba hasta las rodillas cubriendo su pecho desnudo.—El desayuno está listo, querida— hice una mueca por lo último que dijo, asentí y tomé el documento para luego salir con él. Estábamos en el jardín de la mansión Ness, un hermoso jardín lleno de flores y una fuente bastante llamativa. El sol caía sobre nosotros y la mañana se veía maravillosa, excepto que tenía que soportarme a este idiota.—He leído un poco sobre el contrato, ¿en qué momento lo hiciste? —Se los pedí a mis abogados luego que saliste de mi oficina, lo que
Leer más