+No recuerdo cuando tiempo pasó, ¡no es cierto! Tres días encerrada como una criminal. Perdida y desorientada, me dieron la noticia de qué mis súplicas han sido escuchadas y que alguien me había rescatado y que mi fianza había sido pagada.¡Ah, gracias, señor, escuchaste mis ruegos, mi niña me necesita!Con ayuda del policía logré ponerme en pie, intenté caminar por si sola, pero el mareo y el dolor de cabeza hicieron que volviera a caer. Aush, me duele mucho mi rostro, la cabeza y... ¡Qué dolor!¡Tres días sin comer!No importa, ya que debo enfocarme en como recuperar a mi princesa.El policía se compadeció de mí y me dijo que me sacaría dejándome cerca del estacionamiento para que pudiese irme en taxi, sin embargo, me negué, le dije que era suficiente con que me dejara en la puerta de la comisaría.Él me ayuda a salir de la comisaría, dejándome ir con un comentario, nada alentador, por cierto; “vaya, señora, sí que ha tenido una muy mala racha”.Esos fueron sus últimas palabras par
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