“... En este mundo, el amor conecta a los humanos, a las parejas. Pero, más allá, en mi mundo, el intercambio de sangre es lo que marca la unión entre un hombre lobo y su mujer...” Apreté los dientes, sintiendo el filo del cuchillo en mi piel, la punta de la hoja presionando poco a poco. Dolorosamente lento. —¡¿Te atreves a amenazar la vida de tu Alfa?! —estalló el hombre que me había llevado hasta allí, con sus grises ojos refulgiendo en ira—. ¡Agudiza tus sentidos, Makya! ¡Ella tiene mi sangre, es mi Luna, y su vida es la mía! En cuanto Tarren dijo todo esto, la hoja del cuchillo se alejó de mi piel. La mujer detrás de mí me soltó, como sí yo la quemará. Mientras ella apretaba los puños a los costados, yo me dirigí hacia el único lugar seguro allí, hacía el Alfa. Él me empujó detrás suyo, manteniéndome a resguardo de esa chica. —Es una Luna, Mi Luna —enfatizó—. No puedes amenazar su vida, Makya. Hacerlo sería desafiarme. Ella apretó el cuchillo en su mano, y además de furia, v
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