Pasado La primavera era considerada la estación del romance, donde el enamoramiento florecía, se encendía la pasión y los licántropos esperaban encontrar a su compañera destinada. Por supuesto, no todos tenían el privilegio de encontrar a su mate, por tal razón, cuando un licántropo encontraba a esa persona especial con quien compartían el lazo de amor y entrega eternos, ellos protegían esa relación como al tesoro más preciado. En una tarde fresca, donde el suelo estaba cubierto por florecillas amarillas, que caían de los árboles frondosos que hermoseaban aquel territorio paradisiaco, una belleza se bañaba en un río de aguas cristalinas.Por otro lado, y cerca de allí, un guerrero cruel y poco expresivo merodeaba esas tierras fértiles, cuando un grito interno lo dejó paralizado por largos minutos: "¡Mate!", retumbó en sus adentros, entonces el aroma de la belleza se tornó exquisito y muy llamativo. Con pasos tímidos y temerosos, él llegó hacia ella, quien lo miró sorprendida ante
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