Una semana, ya había pasado una semana con mi Pelirosada lejos del mundo, solo con el contacto de nuestros padres por teléfono una vez al día. Del resto nos hemos pertenecido en cada minuto. Como tratando de alargar el tiempo para tener más recuerdos, mi galería está llena de fotos que luego paso al portátil.Anoche volvió a llover de manera muy fuerte, e hizo mucho frío, la casa tenía calefacción, pero, aun así, fue más frío de lo normal y decidimos dormir al lado de la chimenea. Con muchas cobijas sobre nosotros y realizando mucho ejercicio sexual, era deliciosa, exquisita, su aroma, su sabor embriagante, Emily era… mía. Seguía profunda, salí desnudo de tibias sábanas, tomé los envoltorios de los preservativos. Me puse el bóxer y el pantalón para ir a preparar el desayuno.Nos va a dar muy duro separarnos, no hemos dejado un solo lugar de esta casa o los alrededores sin un recuerdo de nuestros cuerpos desnudos. Escuché los mensajes llegando a mi celular. Al darme la vuelta para ir a
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