Mi abuela llegó a la clínica a sacarme. Luego debía terminar de ayudar a papá, Emilio y a Cameron con las oficinas que acondicionó en la casa de huéspedes, que para él era de herramientas. Era bastante grande, tenía dos baños, una habitación, área de cocina, sala y comedor. Los anteriores dueños lo tenían alquilado.Además, papá no quería estar lejos de nosotros, no se sabe lo que pueda pasar. Ahora que tienen un enemigo… O más bien dos; el padre de Cameron que en el juicio lo miró con ganas de matarlo y como siempre el señor Braulio lo retó con la mirada.A papá pocas cosas lo intimidaban. También estaba el padre de Iskander. Ya Jonathan sabia de la gran cercanía entre el padre de Cameron y el señor Serkan. El viernes pasado le comenté lo dicho por Cameron y papá estuvo presente en esa reunión, la decisión fue mantener el tema bajo perfil para que ella no se asustara y no comentarle nada al cliente turco para no preocuparlo más de lo que estaba.Saber que Iskander de alguna manera me
Ayer no puede hablar con el rector porque no estaba. Por eso pedí cita para hoy. Lo conversado hace un momento fue satisfactorio. Podía terminar lo que falta de año de manera virtual, le expuse las amenazas por parte de mi padre y la necesidad de tener que cambiar de ciudad, por el bienestar de mi madre. Pero no deseaba perder mi año escolar.Ya que tenía la confirmación de las admisiones en las universidades y esa información también se la mostré al rector. Por eso pagando un extra a los profesores para que me enviaran los trabajos y hacer los exámenes de manera virtual, se solucionó lo de mi estudio.Iba saliendo del colegio para ir al área de mi hermana, la cual era independiente y hacer lo mismo. No podía dejar a esa Esferita sin estudios.—Iskander. —cerré un ojo. He estado evitándola—. Es cierto que terminamos, pero no para que no puedas saludarme.—Nunca hemos sido novios, solo cogimos un par de veces. Fin del tema. —Al mirarla se notó el enojo.—Hay una fiesta este fin de sema
Me debatía entre sí decirle a papá o no. No era por ser chismosa, pero mi abuela desconocía los alcances verdaderos de ese señor, el padre de Iskander, y no se encuentra al tanto de los vínculos con el narcotráfico. Porque eso no se lo ha contado papá para no preocuparla.Había pasado un par de días. ¡Carajos! Si le digo, sería un estrés más para él y no ha dejado de vomitar, aunque se ve feliz. No se ve molesto, por el contrario, parecía sobrellevar con agrado él tema de su crisis de estrés.En todo caso, si no le digo se podrá enojar y sería peor. Pero la abuela estaba muy misteriosa, hasta preocupada y no era bueno para su artritis y presión. —cerré la puerta del casillero, ya había tomado mis patines, hoy tenía práctica—. A un lado estaba el tonto que no me dejaba tranquila. Amelia me lo había advertido. Era un hombre fastidioso, con ínfulas de grandeza, y el casanova del colegio.—Este sábado hay una fiesta en la casa de Carla. ¿Quieres ir como mi pareja?—Gracias por la invitaci
Fueron tres días de viaje. He hablado con el abuelo cada vez que sale al pueblo, porque en la finca no hay señal, a menos que se dirige a la montaña que me enseñó Emy. Sin embargo, era importante que hubiera para que mi hermana pudiera estudiar y la gran Margaret Alarcón trabajar. Y de eso se estaba encargando mi abuelo.Estaba emocionado. Yo dejo a Azra con mi madre y al día siguiente me iría a Los Ángeles, debo encargarme de conseguir la casa, Liliana debe de llegar mañana y yo espero hacerlo el jueves en la noche, tal vez el viernes. No podía acercarme a Emily, pero si podré verla desde lejos… —Debo ser fuerte para no ponerla en peligro.Habíamos llegado a Santa Marta por mar en navíos clandestinos donde se puede perder el rastro al dar nombres falsos. De ahí mi abuelo alquiló un carro que usaré para llevar a mi hermana hasta Medellín.—Iskander, ¿Qué pasaría su mi papá se da cuenta de la existencia de mi hermanita?—Hermanito.—Apostamos.—Voy a ganar. Pero si Serkan se entera… Ma
Algo pasada conmigo, Amelia se movía de un lado al otro. Los oídos me zumbaban, también sentía mucho calor. —Emily, ¿qué te pasa? —Esa fue Amelia. No sé si le respondí, ella tomó el vaso y lo miró. —Hola, Amelia. —Era Carla. —Emily se ve extraña. Llamaré a su hermano para que venga a buscarla. —Excelente. Me agradó eso, pero el calor seguía aumentando. Y los momentos de sexo con Iskander se apoderaron de mi cerebro. —Mientras él llega, llevemos a Emily a mi recámara y ahí puedes acompañarla a que llegue. —Eso si me agrada. —¡Te cae muy bien! Registraba toda la conversación, pero no podía hablar, solo quería tener a Iskander para que me tocara. —¿Qué le diste? Le reclamó Amelia. Me ayudaron a levantar y no ingresamos por la fiesta. Carla nos llegó, por otro lado, que no estaba concurrido. —Lo mismo que tú y no te ves desesperada. —Espero Carla que no le estés ayudando al idiota de Adam. Si la drogaste, te acusaré ante su padre. En mi interior mi corazón se aceleró, no tení
El señor Braulio cerró la puerta del despacho. Me miró detenidamente y se cruzó de brazos.—Primero, gracias por salvar a mi hija de una violación.—No fue nada.—¿Cómo supiste dónde estaba? Y ¿Qué haces en Estados Unidos?—Jonathan me dijo dónde estaba. Se averiguó todo con Emilio y me lo envió. Al escuchar que su hijo dijo que no le gustaba uno de sus compañeros… Decidí ir a mirarla desde lejos. Pero escuché como el que iba a violarla planeaba todo y por ello intervine.—Gracias, muchacho.—Referente a su segunda pregunta… por una noticia de última hora, pero muy grata de parte de nuestra madre, tocó cambiar todos mis planes y por ello la tengo escondida en un lugar muy especial y en este momento me viajé a Los Ángeles para conseguir una casa para que ella se venga a vivir en unos siete meses más o menos.El señor Braulio tenía su rostro con una clara expresión de no entender nada. Sonreí.—Siento que me dijiste muchas cosas importantes, pero no entendí nada. En resumen… ¿La señora
Quedé solo en el despacho. Tomé la carpeta y lo que pude ver por encima se trataba a sus negocios ilícitos, no tanto lo que lo de las empresas de textiles que eran mi herencia. Eso significaba que podíamos atacar por otros medios sin tener pruebas… No tenía que estar en las empresas para sacar evidencia…—Emily se durmió, los padres de Amelia ya vinieron y quedé de reunirme con ellos mañana para ir a poner la demanda contra los dos jóvenes que las atacaron.—¿Esto es información real?—Sí. Lo que no tenemos es fotos, videos, testigos. Pero podemos trabajar en ello con las personas idóneas. Yo en eso no soy bueno.—Se puede contratar a alguien para que se infiltre… Yo me encargó de eso. Pero mientras no tengamos la manera de darle una cadena perpetua a mi padre, no veré a Emily. ¿Puede respetarme eso?—Dilo la mantienes con vida, Iskander.—Referente a lo de mi madre… —El señor me miró a los ojos esperando una condena de mi parte—. Gracias por ser sincero, todo me parece mucha coincide
La cabeza me dolía, al abrir los ojos mi padre estaba dormido en un sofá… No era mi habitación… Al mirar a un lado estaba canalizada. —Papá. —La voz me salió rasposa. —Hija, gracias a Dios despertaste. —¿Qué pasó? —Ayer antes de irme a dormir ingresé a ver cómo estabas y estabas ardiendo en fiebre, hiciste una reacción a la droga que te hicieron, ya te atendieron. Me asustaste mucho, hija. —Yo… yo no consumo drogas papá. Baches de lo ocurrido ayer vinieron a mí, vi a Iskander, Amelia fue golpeada… Mi turco me abrazó… Carla la golpeó… el calor que sentía en mi parte íntima… Emilio, vi a Emilio. Pero tenía muchas lagunas. —Sé que no consumes droga, cariño. Te querían hacer daño. —Amelia fue golpeada. —Ella te trajo, logró sacarte y llamó a tu hermano. —Iskander… —Mi padre arrugó la frente—. ¿Él estaba ahí? —No hija. —La puerta se abrió e ingresó el doctor. —Ya despertaste. Te daremos de alta mañana, los exámenes salen más tarde y veremos que tanto fue contaminado tu sangre.