La señora sonríe al ver que su patrón le toma en cuenta, Vicky voltea a ver a Nelson quien le regala una bella sonrisa. —En tus sueños, Federico. —Murmura. Sin más, salieron del condominio, la ayudo a subirse al auto. En el camino los dos iban en completo silencio, por momentos él la miraba, no entendía por qué era posesivo con ella. Si con Pamela, quien en realidad es su novia, nunca tuvo un arranque de celos y eso que a veces iba a verla actuar en sus bailes eróticos para la clase alta. Porque eso era ella, una bailarina profesional. Ambos se miran, él no sabe que decirle a la dulce Vicky, quien lleva su mirada perdida, sumergida en sus pensamientos, él medita en lo que le dijo su amigo, sabe del mal carácter de su novia, pero llegar a ese extremo de correrla de la casa, lo siente algo exagerado. Aparca el auto frente a la casa, Vicky se afianza del cinturón de seguridad, no quiere bajarse del auto, su cuerpo tiembla. —¿Qué sucede, porque no quieres bajarte del auto? Confía en m
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