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Todos los capítulos de El Veneno de la Corona: Capítulo 81 - Capítulo 90
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CAPÍTULO 80
Clarisse y Soren caminaban por la plaza mientras comían helado mientras Cisco iba feliz sujeto por su nueva correa. Ya habían comprado algunas cosas para él, incluyendo una cama sumamente grande y cómoda que llegaría directamente a la casa. El pelinegro pensó en comprar dos, para que así el perro tuviera una en el departamento de su novia, pero ella se negó. Dijo que la casa era mucho más grande para Cisco, así que lo mejor sería que él se quedara siempre allá.Soren estuvo de acuerdo, pensó que sería bueno hacerle creer a Owen que tendría que limpiar el excremento del perro a partir de ahora.Luego sólo decidieron caminar por el parque mientras conversaban tranquilamente y degustaban algo delicioso. El lugar estaba lleno de personas que realizaban diversas actividades y por un rato Soren estuvo relajado. Disfrutaba de la tranquilidad que le brindaba estar con Clarisse, ella le ofrecía tantas cosas buenas a su vida y él simplemente deseaba verla sonreír todos los días.—Sé que no es l
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CAPÍTULO 81
Volvieron pronto a la casa, Clarisse fue la primera en entrar junto con Cisco y le quitó la correa, por lo que el animal salió volando por el amplio recibidor hasta perderse en la sala de estar. Unos segundos después se escuchó un grito y la pareja fue a verificar de qué se trataba.—Se ha metido este perro a la casa —informó Liza, señalando al canino que daba vueltas por el lugar olfateando todo a su paso—. Le pediré a Owen o a Peter que lo saquen de inmediato. Tal vez es de alguno vecino.—No será necesario —la detuvo Soren.—¿Por qué? —cuestionó la morena.—Es nuestro —respondió Clarisse—. Es el perrito que Soren rescató hace un tiempo. Hoy él me llevó a la clínica veterinaria y lo adoptamos.—¿En serio? —dudó la ama de llaves viendo a su jefe con impresión. Soren no le contestó con palabras, sólo cabeceó afirmativamente—. ¿Cómo se llama?—Cisco, ella es Liza. Liza, él es Cisco —los presentó al ojiazul, llena de felicidad—. ¿Verdad que es precioso?—Mucho, es un bebé hermoso —alagó
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CAPÍTULO 82
—Es raro que te levantes tan temprano —mencionó Clarisse viendo a su novio desde la cama.Soren estaba en el interior del enorme vestidor preparándose para salir, ya que tenía una reunión a la cual debía asistir esa mañana.—Únicamente por motivos de trabajo y algunas veces por ti —respondió con una sonrisa coqueta.La chica salió de la cama cubriéndose con las sábanas, debido a que se encontraba desnuda por a ver tenido una ronda de sexo hace un momento.—¿Puedo hacer algo para que te quedes? —murmuró la pregunta y se sentó a arcadas en sus piernas.—Sin duda tú serías las única capaz de evitar que haga algo —le dio un suave beso y sonrió—, no obstante, no puedo faltar. Es verdaderamente importante. Tal parece que hubo un problema con una de mis inversiones, algunas personas quisieron robar.—¿Jeremy no puede ocuparse de ello? —propuso su novia.—Jeremy es el director de Oversax House, allí terminan sus responsabilidades. Yo en cambio, tengo otros negocios a parte de la constructora
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CAPÍTULO 83
Para cuando regresaron a la propiedad Oversax, el dueño se sorprendió al escuchar risas desde la sala de estar. Hasta donde sabía sólo estaban Liza y Clarisse, por lo que escuchar más de un tono desde el interior de su casa le tomó con la guardia baja. Caminó cuidadosamente y comenzó a reconocer a las voces, por lo que su sorpresa se transformó en preocupación.—¿De verdad hizo eso? ¡Que vergüenza! —expresó Patrice, entre risas.—¡Era un adolescente, hacía muchas estupideces! —se excusó Jeremy, riendo también.La escena ante sus ojos lo dejó pasmado, sus amigos y su novia compartían risas.—¡Soren! —chilló la rubia con los brazos en alto y llegó hasta él con grandes zancadas—. Descubrimos el tesorito que estuviste ocultando, cariño.—¿Tesorito? —dudó.—Sí, Clarisse —señaló a la pelinegra que estaba en uno de los sofás gemelos—. Dime, ¿por qué no habías dicho nada?Soren respiró profundo y caminó hacia los sofás.—Privacidad, ¿tal vez? —especuló, mirando directamente a sus amigos y lue
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CAPÍTULO 84
Había transcurrido un par de semanas desde que Soren aceptó la ayuda del agente Jax Fell del FBI, por lo cual ahora su residencia estaba rodeada por un equipo de seguridad bajo la vigilancia de Peter, Owen y Liza. Era extraño tener tanta gente en casa, sin embargo, pronto Soren logró tener nuevo personal bastante a gusto con trabajar para él.Si algo había aprendido el Príncipe Muerto antes de abdicar era cómo poner a las personas de su lado sin que lo notaran, manipularlos y usarlos a su favor mientras fueran útiles. No le agradaba del todo utilizar una jugada del libro de los Velghary, pero era necesario que ellos estuvieran felices cuidando de Soren y sus allegados.Claro que para ninguno de ellos pasó por debajo de la mesa el hecho de que Soren ahora contaba con una escolta personal o que él enviara a gente para que los cuidaran. Cuando le preguntaron, el pelinegro sólo dijo que había tomado esas medidas luego de recibir una amenaza por uno de sus negocios que resultó en un fracas
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CAPÍTULO 85
La plaza interna del centro comercial era un buen lugar para comer, principalmente porque los negocios de comida estaban alrededor de esta, y siempre estaba llena de gente. Soren tomó asiento de una mesa grande en espera de su novia y los amigos de esta, mientras que los escoltas permanecieron a unos metros de él. Uno de ellos incluso comía un pretzel mientras se recargaba en una columna del lugar.El pelinegro se centró en responder un mensaje en el que Jeremy lo invitaba junto con Clarisse a una cena en su casa. Desde que se enteraron de eran pareja la dinámica había cambiado bastante, las dos mujeres estaban siempre platicando e incluso Clarisse se iba a casa de ellos a pasar el rato. Eso le parecía bien, estaba a gusto con que sus amigos se llevaran bien con su novia, en especial porque son más cómo su familia.Además, Clarisse siempre estaba acompañada por la escolta, así que no tenía que preocuparse de mucho. Por supuesto que no confiaba en ellos plenamente, por lo que sus dispo
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CAPÍTULO 86
—¿En qué tanto estás pensando? —susurró Soren en su oreja mientras le abrazaba por la espalda.—No es nada, cosas del trabajo —respondió, poniendo su mejor cara—. Larry ya nos informó que esta semana nos vamos a reunir con la persona encargada del evento de beneficencia. Lo cual ya era hora, porque habían cancelado varias veces.—¿Eso ha mantenido tu mente tan ocupada desde que nos vimos en el centro comercial? —ella terminó cediendo ante su tacto y terminó sentada en sus piernas.—Sí, Larry dice que el evento es muy importante y es cómo todo un honor ser elegidos para su elaboración —argumentó—. Se reúnen personas muy influyentes de todas partes del mundo.—¿Quién lo organiza?—Aún no lo sabemos. La veremos mañana en la oficina —esclareció.—Bien, si necesitas ayuda yo podría ayudarte en lo que requieras.—Gracias, eres el mejor —dijo, sonriente y acarició su rostro—. Deberíamos comenzar a alistarnos para ir a cenar con Jeremy y Patrice, ¿no crees?—Lo creo, pero… —inmiscuyó el rostr
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CAPÍTULO 87
—Buenos días a los dos —saludó Lorna al llegar a la oficina.—Buen día —respondieron Clarisse y Galen.—Les traje panecillos, disfruten —dijo al dejar la bolsa de papel sobre el escritorio del rubio.Ellos intercambiaron miradas y luego se fijaron en la pelirroja que lucía más feliz de lo habitual. Lo cual era particularmente extraño porque todas las mañanas ella iniciaba peleando con el rubio por cualquier razón.—¿Te sientes bien? —le preguntó su amiga.—Por supuesto, ¿por qué?—Es que luces…—Anormal —soltó Galen sin tacto alguno.—No es la palabra que yo usaría, pero…, sí. Luces diferente —aclaró la pelinegra.—Se imaginan cosas —le restó importancia con un ademán.—Lorna, nos trajiste panecillos —señaló Galen con obviedad—. Tú nunca traes panecillos. Lo tuyo es café, no esto.—Simplemente quise hacer algo diferente —dijo, sonriendo.—¿Drogas? —preguntó Galen.—Posiblemente —contestó Clarisse.—Los dos son unos tontos. Si no quieren nada, entonces me los como yo —espetó, arrebatán
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CAPÍTULO 88
El pequeño local pintoresco cubierto de flores fue el primer lugar que le vino a la mente cuando acordó reunirse con su hermana menor. Era sumamente discreto y poco concurrido, por lo que las posibilidades de que alguien llegase a verlos juntos eran muy mínimas.Estaba nervioso, no podía ocultarlo y se notaba por la manera en la que sus ojos escaneaban todo el lugar. Buscaba señales de peligro, tal vez esperaba que todo eso fuera una trampa y lo emboscaran. No obstante, tenía que tomar en cuenta las palabras de su tía, Daliah no sería capaz de traicionarlo si lo que buscaba era tener una vida cómo la suya.Pero era Daliah de Velghary, la actual heredera al trono.Los Velghary la estuvieron entrenando los últimos años cómo lo hicieron con él para que asuma el cargo cómo futura reina. No podía ir con los ojos cerrados a permitirle entrar a su vida luego de cinco años en los que sólo sabía de ella por la información que Seniah le daba.—Brion… —pronunció la chica al estar frente a ella.
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CAPÍTULO 89
—Agente Fell —saludó Soren cuando atendió la videollamada en su oficina.—Señor Oversax, tengo noticias —informó y una fotografía apareció junto a él en la pantalla—. Recientemente ha habido movimiento por parte de uno de los socios de los Velghary. Un tal vez recuerde su nombre de las noticias, Mark Ory.—Sí, fue inculpado en varias ocasiones por lavado de dinero en Panamá, ¿no es así?—Correcto. El hombre siempre logra salirse con la suya, por lo que para la ley es sumamente escurridizo —comentó el agente del FBI—. Tiene diversos negocios de contrabando, incluso se cree que está involucrado en la trata de personas.—Comprendo, envíeme la información completa y yo me encargaré.—De inmediato. Una cosa más —lo detuvo antes de que terminara la conversación—. ¿Está a gusto con el equipo de escoltas? Me han informado que usted los ha tratado muy bien y que les permite hacer su trabajo adecuadamente. Para ser honesto creí que los trataría mal.—Le recomendaría controlar lo que dice, agent
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