Se tomó un momento antes de tocar, descansó la cabeza contra la superficie de la puerta y respiró profundo para relajarse. Había estado trabajando toda la noche, su cabeza era un lío, pero el debía ser fuerte, necesitaba ser aquel que sostuviera a todos porque él sería el nuevo rey, ese era su deber. Proteger y velar a millones de personas en todo el territorio de su nación, era lo que debía hacer.Por más que se negó en el pasado, por más que quiso huir, al final todo fue para nada, él terminó cayendo en el mismo agujero. Cualquiera podría pensar que ser de la realeza era una bendición, que era lo mejor que podría pasar, pero si de por sí ya era difícil con tantas reglas y protocolos, ser un DuMartelle, cargar con el peso de su sangre…No quería más.Nunca quiso esta vida.Intentó cambiarla cuando se fue lejos, pero no sirvió de nada.Estaba nuevamente en el mismo punto, y ahora entendía que tenía una buena razón para hacerlo, frenar la demencia de su familia, pero él no quería ser e
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