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Todos los capítulos de La hija del presidente: Capítulo 1 - Capítulo 10
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PREFACIO
Angelica siempre ha sido una mujer digna de admirar debido a que es la única hija femenina de la familia, tiene dos hermanos mayores quienes la consienten, pero al mismo tiempo la sobreprotegen por ser la menor. Su madre da la vida por ella, debido a que en el momento del parto estuvo a punto de fallecer por dificultades en el procedimiento, siendo un milagro para la familia. Por eso mismo, siempre han buscado darle los mejores estudios, clases y objetos con tal de que sobresalga sobre las demás dejando en alto el apellido Miller; ya que su padre era el alcalde de la ciudad de Nueva York; teniendo el sueño de ser el gran presidente quien estaba a punto de lograrlo.― Hija muévele, no podemos llegar tarde a las elecciones ― Ordenó su padre, quien sabía que estaba a punto de ganar ― No podemos llegar incompletos ― Sentenció con seguridad, Angelica solo rodaba los ojos ante su angustia porque sabía los potenciales que tenía su familia.Angelica se miraba por última vez en su espejo admir
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CAPITULO I
Leonardo se encontraba enojado e impaciente porque Angélica todavía no aparecía, debía de haber llegado del gimnasio hace media hora para irse a una reunión importante con ella en el medio. Su esposa, solo suspiraba intentando calmarlo pero sabía que era en vano, hasta que recibieron una llamada dejándolos pálidos porque se sospechaba que era su hija quien se encontraba en cuidados intensivos debido a un accidente automovilístico.― Matare al desgraciado que intentó quitar lo más apreciado de mi vida ― Susurró con rabia, mientras llamaba a sus demás hijos ―, No puedo creer me han cambiado mi rutina ― Sentenció saliendo de la mansión, era una de las cosas que más lo angustiaba porque le gustaba tener todo calculado y preciso dónde un accidente o urgencia lograba un cambio, teniendo de mal genio todo el día. Llegaron al hospital para preguntar por Angélica, asegurándose que se trataba de ella efectivamente dirigiéndose a la sala de espera dónde se encontraba Estiven esperando todavía,
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CAPITULO II
Angelica había llegado al acuerdo con Andrew de complicarle los planes a sus padres, para evitar su unión especialmente porque su comprometido tenía un amor a escondidas que no quería arriesgar, más porque ella también era de la alta sociedad llegando a ser digna para su familia a diferencia de Angelica que él chico que le llamaba la atención no lo era o eso suponía, porque ni siquiera lo conocía. Al siguiente día, se dirigió al gimnasio como siempre sin importarle las recomendaciones del médico, porque estaba cansada de estar encerrada; así que logró escapar con ayuda de su nona. Mientras que, Estiven había salido de su casa después de colocarle la insulina a su padre, manifestando que siempre estarían juntos protegiéndose uno al otro; observaba su reloj una y otra vez para evitar llegar tarde, teniendo una hipótesis de a qué hora su amada saldría del gimnasio si se encontraba mejor de salud, lo hacía todos los días sin importarle si tenía o no éxito en su intento. ― Creo que esta v
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CAPITULO III
Pasaron unos días, donde Estiven y Angelica se comunicaban por medio de whatsapp, sintiéndose cada vez más emocionados con la presencia del otro; Angelica amanecía con un humor diferente sorprendiendo a sus padres; quienes creían que era por el compromiso con Andrew. Sin embargo, no sabían que era al contrario donde estaba cada vez más enamorada de un desconocido, no habían podido verse debido a que la tenían bastante vigilada incluso en el gimnasio por su propio estado de salud; así que solo suspiraba esperando el momento adecuado para poder hacerlo. Llegó a su casa, donde se encontraba reunido en la sala su padre y su futuro suegro, rodando los ojos para fingir una sonrisa e ir a saludarlos a ambos.― Mañana no irás a estudiar ni al gimnasio ― Sentenció ocasionando que su paso se detuviera, volteando a verla ―, Tendras una primera cita formal con Andrew, no voy a casarte porque si ― Justifico, sorprendiendola donde intentó negar con la cabeza porque sabía que no le convenía a ningun
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CAPITULO IV
― ¿Me cree imbécil?, No debe andar en terreno prohibido ― Sentenció sin importar nada, igual estaban solos donde nadie podía juzgarlo ―, No lo quiero cerca de mi hija, ella está bien y usted ya no tiene porqué buscarla ― Afirmó dando en el clavo, a pesar de no haber preguntado la razón por la que se encontraba allí.― No me interesa su hija, no quisiera tener un suegro como usted ― Dijo con asco, causando que formará un puño con su mano ―, Solo estaba caminando por aquí y hasta donde tengo entendido es un terreno libre por fuera de su mansión ― Concluyó mirándolo de pies a cabeza mostrándose fuerte, aunque por dentro estaba lleno de nervios y más porque sabía que no tenía que empeorar la relación que existía entre ambos.― Una cucaracha como usted, siempre viviera en el suelo ― Mencionó mirándolo con superioridad, donde no debía seguir fingiendo ―, Espero no volver a encontrarmelo, ha dañado el maravilloso dia de hoy donde mi hija está saliendo con su prometido ― Sentenció con una son
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CAPITULO V
No podía creer lo que estaba sucediendo, sus labios estaban unidos a los de Andrew sintiendo una sensación extraña; estaba paralizada donde no podía ni moverse cuando sintió que se separó volviendo a respirar para volver al mundo real. Andrew la despertó al reírse, ocasionando que sintiera pena en su interior por su reacción desviando la mirada, maldiciendo por dentro esperando no quedar peor de boba ante su presencia. Andrew, la invitó a sentarse para comer donde no se había equivocado con el lugar porque era bastante bello además la comida se encontraba sabrosa. ― No te vayas a indisponer por lo sucedido, al final tendremos que darnos algunos en frente de ellos ― Dijo encogiendo los hombros, mientras entregaba la tarjeta al mesero ―, Me encanto, fue sabroso probar tus labios ― Susurro ocasionando que se sonrojara aun más, no podía creer que llegará a intimidarla de esa forma. ― ¿Crees que podremos en contra de ellos? ― Pregunto desviando el tema, mientras se mordía los labios ―, M
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CAPITULO VI
Entraron juntos, alejándose de la gente de seguridad que la rodeaba apenas se cerró la puerta, Alejandra suspiro de alivio porque tenía a su lado al hombre que adoraba esperando que Andrew no tomara esa información en contra de ella, pero debía arriesgarse solo para poder verlo; porque a pesar de ser una modelo recién integrada igual no podía darse el lujo de andar sin guardaespaldas ni niñeras detrás de ella. Volteo a verlo, con una sonrisa la cual fue correspondida mientras su corazón latía a mil.― No sabes cuanto estaba anhelando este momento ― Susurro mirándola fijamente, mientras unían sus manos ―, Te he extrañado un monton y hasta estaba pensando en escalar para poder ingresar por tu ventana ― Manifestó haciendola reir por sus ocurrencias. ― No digas bobadas, pero lo más importante es que estamos juntos ― Manifestó con seguridad abrazándolo ―, También te extrañe, pero no niego que tengo miedo ― Susurro teniendo sus narices unidas, su corazón a mil a punto de darse un suave bes
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CAPITULO VII
Salió de prisa con Andrew ante el llamado de su padre, esperando que no fueran malas noticias. Subieron a la limosina donde volteo a ver la cabaña por última vez sintiendo como su amado se había quedado allí solo por protegerla hasta que se fuera, pero sentía que un pedacito de su corazón se quedaba con él entendiendo que le gustaba realmente y quería luchar por tener una relación con Estiven incluso en contra de sus propios padres. Llegaron a la mansión, donde su padre los miraba a ambos de pies a cabeza mientras caminaba de un lado a otro con sus manos entrelazadas hacia su espalda cuando detuvo su paso mirándolos fijamente a los ojos.― ¿Cómo estuvo su primera cita? ― Preguntó de repente, desconcertando a ambos ―, ¿Como la han pasado? ¿surgieron sentimientos? ― Interrogó a pesar de no haber obtenido respuestas antes, donde Alejandra estaba controlando la ira que sentía en ese momento.― ¿Ese es tu afán para sacarme de la cabaña con rapidez? ― Cuestiono con las manos en la cintura,
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CAPITULO VIII
A las tres horas, Estiven le dieron salida donde reclamar sus pertenencias en recepción dándose cuenta de los mensajes y llamadas de Angelica, cerró los ojos para suspirar porque evidentemente no le podía contar lo sucedido en la cabaña para evitar que su rival tuviera problemas, debían jugar limpio ambos. Así que, le contestó manifestando que se encontraba bien, que se encontraba auxiliando a su padre donde al acordarse salió lo más rápido posible para su hogar. Vio a su padre acostado, sintiendo como su corazón se relajaba para poder ponerle la insulina porque tenía que ser en horarios específicos; era el encargado y debía hacer bien su labor. ― ¿Estás bien hijo? Te siento agitado y angustiado ― Manifestó su padre mientras le introducen la aguja ―, Soy una carga para ti, cuando debía ser tu apoyo ante la muerte de tu madre ― Dijo con dolor, pero Estiven negó con la cabeza sonriendo. ― Has sido mi motor de vida, si los hubiera perdido a ambos no se que seria de mi en este momento
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CAPITULO IX
Al ver que no obtenía respuesta, levantó a su padre como pudo a la cama mientras llamaba a emergencia; esperando que llegaran rápido para poder trasladarlo a la clínica. Sintió esos diez minutos eternos, pensando que lo podría perder tal como había sucedido con su madre; sintiendo arrugado su corazón por lo que podría llegar a suceder donde incluso no le contesto más mensajes a Angelica, porque su padre estaba primero. Al llegar al hospital, lo adentraron a urgencias donde tuvo que esperar en la sala de espera, cogiéndose el cabello con sus manos sintiendo impotencia y culpando al cielo por todo lo que le estaba pasando.― ¿Por qué? ¿También te lo quieres llevar a él? ― Resoplo hacia el cielo, saliendo del hospital al dirigirse a la capilla ―, ¿Que he hecho de malo en esta vida para que te lo lleves después de haberte llevado a mi madre? ― Renegó derramando lágrimas, mientras se arrodillaba en el pasto sin importarle nada, ni siquiera su propia vida, agachando la cabeza ante la impote
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