Entraron juntos, alejándose de la gente de seguridad que la rodeaba apenas se cerró la puerta, Alejandra suspiro de alivio porque tenía a su lado al hombre que adoraba esperando que Andrew no tomara esa información en contra de ella, pero debía arriesgarse solo para poder verlo; porque a pesar de ser una modelo recién integrada igual no podía darse el lujo de andar sin guardaespaldas ni niñeras detrás de ella. Volteo a verlo, con una sonrisa la cual fue correspondida mientras su corazón latía a mil.― No sabes cuanto estaba anhelando este momento ― Susurro mirándola fijamente, mientras unían sus manos ―, Te he extrañado un monton y hasta estaba pensando en escalar para poder ingresar por tu ventana ― Manifestó haciendola reir por sus ocurrencias. ― No digas bobadas, pero lo más importante es que estamos juntos ― Manifestó con seguridad abrazándolo ―, También te extrañe, pero no niego que tengo miedo ― Susurro teniendo sus narices unidas, su corazón a mil a punto de darse un suave bes
Salió de prisa con Andrew ante el llamado de su padre, esperando que no fueran malas noticias. Subieron a la limosina donde volteo a ver la cabaña por última vez sintiendo como su amado se había quedado allí solo por protegerla hasta que se fuera, pero sentía que un pedacito de su corazón se quedaba con él entendiendo que le gustaba realmente y quería luchar por tener una relación con Estiven incluso en contra de sus propios padres. Llegaron a la mansión, donde su padre los miraba a ambos de pies a cabeza mientras caminaba de un lado a otro con sus manos entrelazadas hacia su espalda cuando detuvo su paso mirándolos fijamente a los ojos.― ¿Cómo estuvo su primera cita? ― Preguntó de repente, desconcertando a ambos ―, ¿Como la han pasado? ¿surgieron sentimientos? ― Interrogó a pesar de no haber obtenido respuestas antes, donde Alejandra estaba controlando la ira que sentía en ese momento.― ¿Ese es tu afán para sacarme de la cabaña con rapidez? ― Cuestiono con las manos en la cintura,
A las tres horas, Estiven le dieron salida donde reclamar sus pertenencias en recepción dándose cuenta de los mensajes y llamadas de Angelica, cerró los ojos para suspirar porque evidentemente no le podía contar lo sucedido en la cabaña para evitar que su rival tuviera problemas, debían jugar limpio ambos. Así que, le contestó manifestando que se encontraba bien, que se encontraba auxiliando a su padre donde al acordarse salió lo más rápido posible para su hogar. Vio a su padre acostado, sintiendo como su corazón se relajaba para poder ponerle la insulina porque tenía que ser en horarios específicos; era el encargado y debía hacer bien su labor. ― ¿Estás bien hijo? Te siento agitado y angustiado ― Manifestó su padre mientras le introducen la aguja ―, Soy una carga para ti, cuando debía ser tu apoyo ante la muerte de tu madre ― Dijo con dolor, pero Estiven negó con la cabeza sonriendo. ― Has sido mi motor de vida, si los hubiera perdido a ambos no se que seria de mi en este momento
Al ver que no obtenía respuesta, levantó a su padre como pudo a la cama mientras llamaba a emergencia; esperando que llegaran rápido para poder trasladarlo a la clínica. Sintió esos diez minutos eternos, pensando que lo podría perder tal como había sucedido con su madre; sintiendo arrugado su corazón por lo que podría llegar a suceder donde incluso no le contesto más mensajes a Angelica, porque su padre estaba primero. Al llegar al hospital, lo adentraron a urgencias donde tuvo que esperar en la sala de espera, cogiéndose el cabello con sus manos sintiendo impotencia y culpando al cielo por todo lo que le estaba pasando.― ¿Por qué? ¿También te lo quieres llevar a él? ― Resoplo hacia el cielo, saliendo del hospital al dirigirse a la capilla ―, ¿Que he hecho de malo en esta vida para que te lo lleves después de haberte llevado a mi madre? ― Renegó derramando lágrimas, mientras se arrodillaba en el pasto sin importarle nada, ni siquiera su propia vida, agachando la cabeza ante la impote
Angelica no sabia que responder ante esa pregunta, su corazón latía a mil por hora porque el hombre de su vida se estaba confesando directamente, se sentía extrañada pero al mismo tiempo afortunada mirándolo con los ojos cristalizados, mientras Estiven sentía los peores nervios que podía imaginarse incluso más que con el caso del posible embarazo de Luna; no tenía una respuesta donde no sabía si volver a preguntar, insistir o mejor dejar el tema hasta allí porque lo que menos quería era que Angelica se sintiera incómoda, se alejara y perderla indefinidamente. ― Quiero ser tu novia ― Respondió finalmente, donde ambos sintieron una paz en su corazón ―, Pero debes ser consciente de mi relación formal con Andrew ― Prosiguió, donde Estiven quería acabar con ese hombre por encontrarse en medio de su camino.― Lo se, cada uno tiene situaciones donde el otro tendrá que afrontar para poder estar juntos ― Manifestó pensando en Luna, mientras se mordía el labio ―, Pero lo más esencial es que ca
Angelica iba a gritar pero Estiven logro a tiempo taparle la boca, susurrando para calmarla dándose cuenta que se trataba de su amado. Vio hacia todos lados, dándose cuenta que la ventana había quedado abierta, se movió hacia un lado mientras Estiven la cerraba, para en seguida colocarse al lado de su amada abrazándola debajo de las cobijas. Angelica se sentía extraña porque era la primera vez que tenía a un hombre en su cama, donde nunca había compartido con nadie realmente dándose cuenta que estaba a punto de casarse sin haber experimentado nada en la vida, sintiéndose decepcionada de sí misma. Salió de sus pensamientos, cuando Estiven la agarró de su cara para que lo mirara terminando el acto con un beso en los labios.― Disculpame si fui atrevido, pero no encontraba otra forma de verte ― Manifestó mientras acariciaba su mejilla ―, No quería tener a mi rival detrás de nosotros siempre ― Dijo con seguridad, dónde Angelica negó con la cabeza. ― Eres un amor de persona, me da miedo l
Angelica se dirigió hacia la habitación de su nona, para distraerla mientras le daba el campo a Estiven de salir por la ventana sintiendo nervios porque en la noche no se veía tan alta como era; miró de un lado a otro bajando esperando no llamar la atención de ningún guardia logrando llegar al suelo sano y a salvo; se escondio rapidamente al sentir la presencia de alguien donde observó mirando con asombro y sospecha; porque era el padre de su amada acompañado de uno de los narcotraficantes más buscados del país donde se estaban dando la mano, dando a entender que eran buenos amigos.― Mierda… En que estas metido ― Susurro bajito, queriendo tomar fotos ―, No dejare que acabes con nosotros ― Murmuró tomando la foto, guardando el celular cuando sintió a alguien a su lado volteando a ver con una sonrisa nerviosa mientras aquella persona negaba con la cabeza.― Estás en severos problemas ― Mencionó aquel hombre antes de cogerlo de los brazos, tapando su boca ―, Si colaboras será menos dolo
Estiven despertó, no sabía donde se encontraba pero todo estaba oscuro donde solo entraba una pizca del rayo de sol por una ventana; quiso moverse pero se encontraba atado sintiendo cómo le ardía tanto sus manos como sus pies por el roce con un lazo. Sintió su corazón a mil, porque recordaba que a la última persona que había visto era al presidente de la república, queriendo escapar pero era imposible así que decidió gritar con la ilusión de que alguien lo escuchara y lo ayudará para contarle a su amada quien era realmente su padre.― Hasta que despertaste ― Menciono una voz, volteando a verla ―, ¿Qué hacías en mi casa? Te había advertido que no quería verte por allá ― Aseguro agachándose a su nivel, mirándolo con superioridad.― ¿Que hace el presidente de la república secuestrando a un habitante de su pueblo? ― Cuestiono observando con asco, pero por dentro temblaba por su vida ―, ¿Me va a matar? Por el simple hecho de no ser una persona de estrato como usted ― Mencionó haciendo que