Angelica había llegado al acuerdo con Andrew de complicarle los planes a sus padres, para evitar su unión especialmente porque su comprometido tenía un amor a escondidas que no quería arriesgar, más porque ella también era de la alta sociedad llegando a ser digna para su familia a diferencia de Angelica que él chico que le llamaba la atención no lo era o eso suponía, porque ni siquiera lo conocía. Al siguiente día, se dirigió al gimnasio como siempre sin importarle las recomendaciones del médico, porque estaba cansada de estar encerrada; así que logró escapar con ayuda de su nona. Mientras que, Estiven había salido de su casa después de colocarle la insulina a su padre, manifestando que siempre estarían juntos protegiéndose uno al otro; observaba su reloj una y otra vez para evitar llegar tarde, teniendo una hipótesis de a qué hora su amada saldría del gimnasio si se encontraba mejor de salud, lo hacía todos los días sin importarle si tenía o no éxito en su intento.
― Creo que esta vez volveré a casa sin verla ― Susurro para sí mismo, colocándose de pie de su escondite ―, M****a, esta hermosa ― Manifestó apenas salió del gimnasio, en medio de su sudor le lucía su falda con esqueleto color azul en medio de su sonrisa.
Estiven se acomodo la ropa, acercándose con disimulo tocándola del hombro, ocasionando que se asustara intentando caerse pero logró cogerla a tiempo de la mano. Angelica lo miro, queriendo tratarlo mal pero al verlo se quedo en blanco, sintiendo como se sonrojaba mientras brotaba una sonrisa en su cara sin ningún esfuerzo pero al recordar que la había abandonado en el hospital, se le borro, soltandolo para seguir su camino.
― ¿Qué sucede? quería saber como estabas, no debes actuar como tu padre ― Sentenció con dolor, deteniendo su paso ―, No me decepciones, igual que él lo hizo ― Afirmó dándose cuenta de sus palabras, más hacia una desconocida que volteo a verlo.
― ¿Decepcionarte? Fuiste tu quien enfrentó a mi padre y nunca fue a verme ― Concluyó acercándose con peligro ―, Aquí el mentiroso y desubicado eres tu ¿que haces hablándome a mi? ― Dijo con orgullo, aunque en su interior se sentía mal porque no quería alejarlo de su vida.
― Tu padre fue quien no me dejó ingresar más, pero eres una niña rica, caprichosa y creída como todas ― Confesó mirándola mientras cruzaba sus brazos ―, ¿Igual de hueca a las demás o al menos si tienes algo de cerebro? ― Dijo con burla, haciendo que se le subiera la temperatura.
― ¿Viniste a eso? mejor te hubieras ahorrado este tiempo absurdo ― Manifestó sintiendo las ganas de golpearlo ―, Eres un desastre, como todos los de tu especie ― Dijo mirándolo de arriba a abajo, queriendo voltearse pero Estiven la cogió de la mano sintiendo que la iba a perder, tomando el impulso de alzar y colocarla en su hombro para salir corriendo con ella, sin importar cuánto pesaba.
Angelica empezó a patalear inicialmente para que la bajara pero al ver que llamaba la atención de la gente, decidió callarse porque le encantaba la adrenalina que estaba viviendo en ese momento. Además sentir sus suaves manos sobre sus piernas causaban una reacción extraña en ella, reacciono cuando observó que la estaba adentrando como una especie de bosque sintiendo que abusarian de ella o le harian algun mal por el simple hecho de ser la hija del presidente del país; maldiciendo internamente por confiar en un desconocido empezando a patalear de nuevo.
― ¿No te puedes quedar quieta? cansas mucho ― Manifestó bajándola, porque no toleraba más sus golpes ―, Debes tranquilizarte, no soy un hombre malo como crees ― Dijo alzando sus brazos, mientras ella sentía agitado su corazón.
― ¿Por qué un desconocido me alza, me toca y me trae a un sitio extraño? ― Pregunto colocando sus manos en su cintura ―, ¿Quieres violarme o usarme para manipular a mi padre? ― Sentenció con seguridad, viendo como Estiven se acercaba a ella, cogiéndola de la cintura y quedando sus labios cerca uno al otro.
― No se que quiero, pero desde que te atropelle no sales de mi cabeza ― Manifestó con su corazón acelerado ―, ¿Que tienes que no puedo alejarme de tu lado? estas volviendo mi mundo de cabeza ― Afirmó queriendo acortar la pequeña distancia que los separaba, observando directamente sus ojos.
― Solo quieres terminar lo que no lograste ― Sentenció refiriéndose al accidente, sintiendo cosquillas en todo su interior ―, Eres un cobarde que no es capaz de arriesgarse ― Manifesto sin pensarlo, Estiven entendio sus palabras suspirando para cogerla con más fuerza,terminando de acercarla para unir sus labios al lado de aquella bella dama.
Angelica se encontraba sorprendida ante su actitud, pero logró cerrar los ojos porque le encantaba la sensación que estaba viviendo. Moviendo sus labios en uno solo al lado de aquel hombre, colocando sus manos alrededor de su cuello dejando de hacer resistencia, era su primer beso. Sin embargo, llegó a su mente su padre colocando sus manos en su pecho para alejarlo bruscamente y darle una cachetada en su mejilla derecha para que siempre se acordara de ella, sintiendo su corazón a mil.
― ¿Qué hiciste? no puedes besar a un desconocido ― Manifestó esperando que su cuerpo se empezara a calmar ―, ¡Imbécil! ― Exclamó mirando a todos lados, para salir a correr sin rumbo.
Estiven se fue detrás de ella con miedo a que se perdiera, por coger por el camino equivocado gritándole que se detuviera, pero no quería prestarle atención hasta que sintió el ruido de una cascada, deteniéndose al observala dándose cuenta que se estaba era adentrando más en el bosque, volteo a ver su reloj abriendo los ojos porque sabía que era tarde, sus padres estarían preocupados por su repentina desaparición. Se volteó, mirando a Estiven detrás de ella, observando la hermosura del paisaje y el resplandor del sol en su cabello.
― ¿Te calmaste? si no, no podremos volver a casa ― Susurro acercándose con precaución, Angelica daba pasos hacia atrás ―, Perdón si fui atrevido, no quiero hacerte daño ― Confesó dándose cuenta que no era igual a las demás, era diferente y eso le atraía más.
― Alejate, solo quieres hacerme daño ― Escupió de dientes para afuera, porque hacia adentro solo quería volver a besarlo ―, Acabas de robar algo que jamás podrás devolverme, por eso te odio ― Susurro dando otro paso hacia atrás, cuando soltó la bolsa que traía en sus manos, Estiven intentó cogerla pero se fue con ella cayendo ambos en la cascada sintiendo la fría pero fresca agua de ella, mirándose fijamente uno al otro.
― ¿Podemos empezar de nuevo, por favor? ― Pregunto tranquilizandose, brindando su mano ―, Estiven, mucho gusto ― Afirmó brindándole una sonrisa, mientras se reflejaba más el sol.
― Angelica, mucho gusto ― Mencionó uniendo su mano a la del joven ―, Simplemente eso, no hija del presidente ni nada de esos sobrenombres ― Confesó, colocándose de pie con ayuda de Estiven, sintiendo como tenia de frente al hombre de sus sueños.
Ambos salieron del bosque, Estiven disculpándose nuevamente por haberla llevado a un sitio extraño, pero ella negó con la cabeza entregando un papel antes de dejarle un beso en la mejilla para salir corriendo. Estiven observó, dándose cuenta que era su número telefónico sintiendo las ganas de vivir nuevamente dirigiéndose a la casa de su amigo Claudio contándole lo sucedido, quien no podía creer las agallas e iniciativa que tenía su amigo; ya que era un hombre tímido y respetuoso.
― ¿Dónde dejaste a mi amigo? Tu no eres de los que te lanzas a la primera ― Manifestó acomodando los vasos en el mueble ―, Pero me alegra, ¿qué tal besa aquella chica? ― Preguntó con curiosidad, colocando música para entretenerse.
― Pareciera que no hubiera besado antes, estaba muy tímida ― Afirmó con dulzura, recordando la sensación ―, Pero me ha encantado además su dulzura en medio de su actitud caprichosa ― Confesó elevándose, cuando sintió un golpe en el hombro por quedarse quieto y no acomodar los platos.
― Definitivamente hemos perdido a mi amigo, se ha enamorado de la hija del presidente ― Anuncio dando golpes y aplausos, Estiven negó con la cabeza ―, Por ahora vuelve a la tierra, porque hoy será un día largo especialmente en la noche ― Concluyó, antes de abrir la puerta del refrigerador para buscar comida volviendo a su realidad.
Angélica por su parte, había llegado a la gran mansión con su falda todavía mojada pero su padre no se encontraba al haberse ido a una reunión urgente y prioritaria con los congresistas y senadores del país. Aprovechó, para dirigirse rápidamente a su habitación donde se dio una ducha, cambiandose para recostarse en su cama encendiendo el portátil, observando los documentos de la psicología. Se quedó quieta, cuando sintió la presencia de su nona en la habitación sonriendo pero negando al mismo tiempo, guiñando el ojo entendiendo que ella se había dado de su escapada con problemas.
― Nona no les digas que llegue tarde, si no tendremos problemas ambas ― Afirmo porque sabía que no tenía cómo justificar ―, Prometo que no vuelve a suceder, pero fue necesario ― Mencionó sin dar detalles, porque al final fue una situación que se había salido de sus manos.
― Debes vivir tu vida, pero tener cuidado con tus padres ― Aconsejo, sacando la ropa de la habitación ―, No quiero, que te castiguen o te hagan daño por desobedecerlos ― Manifestó acercándose a la puerta principal, para salir de la habitación.
― A veces quisiera que tu fueras mi madre, me entiendes más ― Confesó deteniendo su paso, haciendo que sus ojos se cristalizaran ―, Gracias por estar pendiente de mi, asi me siento menos sola en este palacio de cristal ― Manifestó con una sonrisa, viendo como se iba su nona recostandose en la cama, tocándose sus labios recordando la sensación de haber perdido la virginidad de su boca con un desconocido que le encantaba.
Pasaron unos días, donde Estiven y Angelica se comunicaban por medio de whatsapp, sintiéndose cada vez más emocionados con la presencia del otro; Angelica amanecía con un humor diferente sorprendiendo a sus padres; quienes creían que era por el compromiso con Andrew. Sin embargo, no sabían que era al contrario donde estaba cada vez más enamorada de un desconocido, no habían podido verse debido a que la tenían bastante vigilada incluso en el gimnasio por su propio estado de salud; así que solo suspiraba esperando el momento adecuado para poder hacerlo. Llegó a su casa, donde se encontraba reunido en la sala su padre y su futuro suegro, rodando los ojos para fingir una sonrisa e ir a saludarlos a ambos.― Mañana no irás a estudiar ni al gimnasio ― Sentenció ocasionando que su paso se detuviera, volteando a verla ―, Tendras una primera cita formal con Andrew, no voy a casarte porque si ― Justifico, sorprendiendola donde intentó negar con la cabeza porque sabía que no le convenía a ningun
― ¿Me cree imbécil?, No debe andar en terreno prohibido ― Sentenció sin importar nada, igual estaban solos donde nadie podía juzgarlo ―, No lo quiero cerca de mi hija, ella está bien y usted ya no tiene porqué buscarla ― Afirmó dando en el clavo, a pesar de no haber preguntado la razón por la que se encontraba allí.― No me interesa su hija, no quisiera tener un suegro como usted ― Dijo con asco, causando que formará un puño con su mano ―, Solo estaba caminando por aquí y hasta donde tengo entendido es un terreno libre por fuera de su mansión ― Concluyó mirándolo de pies a cabeza mostrándose fuerte, aunque por dentro estaba lleno de nervios y más porque sabía que no tenía que empeorar la relación que existía entre ambos.― Una cucaracha como usted, siempre viviera en el suelo ― Mencionó mirándolo con superioridad, donde no debía seguir fingiendo ―, Espero no volver a encontrarmelo, ha dañado el maravilloso dia de hoy donde mi hija está saliendo con su prometido ― Sentenció con una son
No podía creer lo que estaba sucediendo, sus labios estaban unidos a los de Andrew sintiendo una sensación extraña; estaba paralizada donde no podía ni moverse cuando sintió que se separó volviendo a respirar para volver al mundo real. Andrew la despertó al reírse, ocasionando que sintiera pena en su interior por su reacción desviando la mirada, maldiciendo por dentro esperando no quedar peor de boba ante su presencia. Andrew, la invitó a sentarse para comer donde no se había equivocado con el lugar porque era bastante bello además la comida se encontraba sabrosa. ― No te vayas a indisponer por lo sucedido, al final tendremos que darnos algunos en frente de ellos ― Dijo encogiendo los hombros, mientras entregaba la tarjeta al mesero ―, Me encanto, fue sabroso probar tus labios ― Susurro ocasionando que se sonrojara aun más, no podía creer que llegará a intimidarla de esa forma. ― ¿Crees que podremos en contra de ellos? ― Pregunto desviando el tema, mientras se mordía los labios ―, M
Entraron juntos, alejándose de la gente de seguridad que la rodeaba apenas se cerró la puerta, Alejandra suspiro de alivio porque tenía a su lado al hombre que adoraba esperando que Andrew no tomara esa información en contra de ella, pero debía arriesgarse solo para poder verlo; porque a pesar de ser una modelo recién integrada igual no podía darse el lujo de andar sin guardaespaldas ni niñeras detrás de ella. Volteo a verlo, con una sonrisa la cual fue correspondida mientras su corazón latía a mil.― No sabes cuanto estaba anhelando este momento ― Susurro mirándola fijamente, mientras unían sus manos ―, Te he extrañado un monton y hasta estaba pensando en escalar para poder ingresar por tu ventana ― Manifestó haciendola reir por sus ocurrencias. ― No digas bobadas, pero lo más importante es que estamos juntos ― Manifestó con seguridad abrazándolo ―, También te extrañe, pero no niego que tengo miedo ― Susurro teniendo sus narices unidas, su corazón a mil a punto de darse un suave bes
Salió de prisa con Andrew ante el llamado de su padre, esperando que no fueran malas noticias. Subieron a la limosina donde volteo a ver la cabaña por última vez sintiendo como su amado se había quedado allí solo por protegerla hasta que se fuera, pero sentía que un pedacito de su corazón se quedaba con él entendiendo que le gustaba realmente y quería luchar por tener una relación con Estiven incluso en contra de sus propios padres. Llegaron a la mansión, donde su padre los miraba a ambos de pies a cabeza mientras caminaba de un lado a otro con sus manos entrelazadas hacia su espalda cuando detuvo su paso mirándolos fijamente a los ojos.― ¿Cómo estuvo su primera cita? ― Preguntó de repente, desconcertando a ambos ―, ¿Como la han pasado? ¿surgieron sentimientos? ― Interrogó a pesar de no haber obtenido respuestas antes, donde Alejandra estaba controlando la ira que sentía en ese momento.― ¿Ese es tu afán para sacarme de la cabaña con rapidez? ― Cuestiono con las manos en la cintura,
A las tres horas, Estiven le dieron salida donde reclamar sus pertenencias en recepción dándose cuenta de los mensajes y llamadas de Angelica, cerró los ojos para suspirar porque evidentemente no le podía contar lo sucedido en la cabaña para evitar que su rival tuviera problemas, debían jugar limpio ambos. Así que, le contestó manifestando que se encontraba bien, que se encontraba auxiliando a su padre donde al acordarse salió lo más rápido posible para su hogar. Vio a su padre acostado, sintiendo como su corazón se relajaba para poder ponerle la insulina porque tenía que ser en horarios específicos; era el encargado y debía hacer bien su labor. ― ¿Estás bien hijo? Te siento agitado y angustiado ― Manifestó su padre mientras le introducen la aguja ―, Soy una carga para ti, cuando debía ser tu apoyo ante la muerte de tu madre ― Dijo con dolor, pero Estiven negó con la cabeza sonriendo. ― Has sido mi motor de vida, si los hubiera perdido a ambos no se que seria de mi en este momento
Al ver que no obtenía respuesta, levantó a su padre como pudo a la cama mientras llamaba a emergencia; esperando que llegaran rápido para poder trasladarlo a la clínica. Sintió esos diez minutos eternos, pensando que lo podría perder tal como había sucedido con su madre; sintiendo arrugado su corazón por lo que podría llegar a suceder donde incluso no le contesto más mensajes a Angelica, porque su padre estaba primero. Al llegar al hospital, lo adentraron a urgencias donde tuvo que esperar en la sala de espera, cogiéndose el cabello con sus manos sintiendo impotencia y culpando al cielo por todo lo que le estaba pasando.― ¿Por qué? ¿También te lo quieres llevar a él? ― Resoplo hacia el cielo, saliendo del hospital al dirigirse a la capilla ―, ¿Que he hecho de malo en esta vida para que te lo lleves después de haberte llevado a mi madre? ― Renegó derramando lágrimas, mientras se arrodillaba en el pasto sin importarle nada, ni siquiera su propia vida, agachando la cabeza ante la impote
Angelica no sabia que responder ante esa pregunta, su corazón latía a mil por hora porque el hombre de su vida se estaba confesando directamente, se sentía extrañada pero al mismo tiempo afortunada mirándolo con los ojos cristalizados, mientras Estiven sentía los peores nervios que podía imaginarse incluso más que con el caso del posible embarazo de Luna; no tenía una respuesta donde no sabía si volver a preguntar, insistir o mejor dejar el tema hasta allí porque lo que menos quería era que Angelica se sintiera incómoda, se alejara y perderla indefinidamente. ― Quiero ser tu novia ― Respondió finalmente, donde ambos sintieron una paz en su corazón ―, Pero debes ser consciente de mi relación formal con Andrew ― Prosiguió, donde Estiven quería acabar con ese hombre por encontrarse en medio de su camino.― Lo se, cada uno tiene situaciones donde el otro tendrá que afrontar para poder estar juntos ― Manifestó pensando en Luna, mientras se mordía el labio ―, Pero lo más esencial es que ca