Pamela las observaba de lejos, esperaban su equipaje y saludaban, ansiosas de salir del sitio, las tres tomaron sus maletas y salieron como pequeñas a abrazarse, saludarse con cariño, la alegría para Ashley que estaba al tanto de todo era inmensa, se le notaba en su rostro la emoción de verlos a los dos juntos tranquilos, esperando nuestro regreso con tanto amor. —¡Ay, mi niña hermosa! ¿Cómo has estado?, ¿qué bella estás?, hola hermana, las extrañé tanto no veía la hora de que regresaran las amo, —¡dijo Pamela muy emocionada! —Edward, cómo estás que gusto me da verlos de nuevo, me alegra que todo está muy bien. —Si cuñada, todo está excelente, hijita de mi alma has crecido en estos últimos días, creo que tu tía te llevó a esos lugares de comida rápida, a los que a ella le encanta comer, te noto con unos kilitos más mi amor, a tu gran amiga Paulette le asentaron muy bien estas vacaciones, gracias, ¿te gusto el viaje? Vengan, pueden darme un gran abrazo. —¡Las niñas lo abrazaron muy a
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