El plan era fácil y simple. Aquella misma noche, durante la cena, Rhaegal y el teniente intervendrian a Hades, apartándose lo suficiente de Edith como para que esta no tuviera tanto control sobre él. Si el hijo de la luna estaba en lo cierto, las habilidades de Edith eran fuertes, pero no lo suficiente como para actuar a distancia.Una vez que la mente del rey estuviera libre del veneno de aquella arpía, solo quedaba una cosa. Deshacerse de la víbora.Por seguridad, a sabiendas de que Lyra tenía cuerpo mortal sin importar el tipo de sangre que fluyera por sus venas, ella esperaría en su habitación, con Rhen como su guardia personal. Aunque ciertamente, este puesto había sido entregado a este solo para que accediera a mantenerse al margen y protegerse sin sentirse demasiado inutil.Conforme el tiempo pasó, la ansiedad de Lyra se hizo más palpable, mientras aguardaba encerrada en su cuarto.Para el momento de la cena, los nervios de Lyra estaban a flor de piel, mientras aguardaba entume
Leer más