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Todos los capítulos de Una esposa para Hades: Capítulo 81 - Capítulo 90
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Capítulo 81:
—¿No piensas irte?—escupió con desagrado Hades, cruzando los brazos sobre su amplio pecho, mientras miraba con cara mala al hombre a varios metros de él.—No, como te dije hace media hora, voy a esperar a que Lyra salga—dijo en respuesta Rhaegal, mientras tomaba asiento en un sillón de concreto que estaba cerca de un pequeño ligustro bien podado.El rostro de Hades se tenso, mientras buscaba cualquier posible excusa o motivo para sacar a patadas a Rhaegal. Ambos habían llegado hasta la torre de los sanadores, donde solo se les había permitido ingresar hasta la puerta. Allí despidieron a Lyra y se quedaron esperando a que ella acabara su primera clase.Sin embargo, el ambiente tenso entre ambos solo había logrado escalar a un punto donde cualquier palabra los podría arrojar a ambos a la lucha.Aun así, siendo consciente de esto, Hades tenía varias preguntas que necesitaban una respuesta con urgencia.—¿La salvaste solo porque viste que llevaba puesto el dije?—dijo el rey de forma abrup
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Capítulo 82:
—¿Asustarte?—dijo el asesino antes de ahogar una risa ciertamente perversa.El vello del cuerpo de Lyra se crispó, mientras su corazón se aceleraba y con cierta dificultad retrocedía un paso, sintiendo como cada uno de los músculos de su cuerpo se tensaba producto de la adrenalina que empezaba a recorrer sus venas.Aquel hombre, vestido de negro igual que una sombra, pudo leer cada una de estas sensaciones plasmadas en el cuerpo de Lyra, mientras avanzaba un paso hacia ella, jugando con la daga que sostenia en una de sus manos.—Eres muy bella, ahora entiendo porque te quieren muerta—ronroneo el asesino—. Te propongo algo, me gustan los juegos.>—Voy a contar hasta cinco, y tú intentaras correr lo más rápido que puedas. Pasado el tiempo te daré caza y no tendré piedad.Aquello no era piedad o un intento porque ella salvara su vida. Eso era un absurdo intento para que su presa escapara, y la bestia tuviera su tan dichosa cacería.—No me mates, por favor—suplico ella atragantándose con
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Capítulo 83:
Rhaegal jamás había tenido un sueño plácido y tranquilo, habitualmente sus sueños estaban colmados de pesadillas o momentos de terror. Sin embargo, cuando el veneno cegó sus sentidos y lo arrastró hasta el sueño eterno, él finalmente logró encontrar cierta paz.En sus sueños, él se encontraba en un amplio y pintoresco campo de césped verde, mientras una mujer con un vientre prominente se sentaba a su lado, junto a una canasta de campo. Por el aroma que la impregnaba, el supo que aquella hembra estaba embarazada, que en su vientre se encontraba un hijo suyo.Cierta paz y alegría lo abordó, mientras un destello de sol le nublaba el campo de visión, imposibilitando observar el rostro de la mujer. Aun así, en su corazón él sabía quién era ella.—Rhaegal—dijo ella con voz tierna y suave, gentil y armoniosa—, debes despertar.No. No. Aquello no era real, era un sueño, algo imposible.El corazón del hijo de la luna se arrugó en dolor, mientras luchaba con todas sus fuerzas para permanecer en
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Capítulo 84:
El enorme banquete de almuerzo era demasiado contundente, capaz de saciar el hambre voraz de todo un ejército si así lo requería el rey. Todos en la mesa comían extasiados, todos menos Lyra, quien movía los trozos de carne con la punta de su tenedor.Su mente seguía pensando en Rhaegal, y lo cerca que había estado el hombre de morir por su culpa.—Deja de pincharlo, el pobre ya está muerto—dijo Rhen a su lado, haciendo que su hermana se sobresaltara.Lyra volvió su rostro hacia el chico de cabello dorado, mientras le enseñaba la lengua en un gesto obsceno.En ese preciso instante, un movimiento a su lado en la mesa captó la atención de la hermosa dama, mientras observaba a Peter tomar lugar a su lado.—¿Cómo te encuentras, Lyra?—preguntó el teniente con gesto preocupado—. Estaba haciendo mi patrulla diaria fuera del castillo, cuando regresé me enteré de lo ocurrido.La chica de cabello dorado le obsequió una sonrisa cálida, intentando calmar las ansias que parecían devorar al teniente
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Capítulo 85:
El corazón de Lyra se apretó con brutalidad en un puño de hierro, en la soledad de los corredores de aquel frío castillo las lágrimas comenzaron a deslizarse de sus ojos, mientras un doloroso soroso grito cerraba su garganta, imposibilitando dejar salir el aire de sus pulmones compungidos.Todos sus sueños, las esperanzas de un futuro, todo se había desecho al igual que su corazón. Aquella sensación desfallecida de sentirse morir con cada aliento que sus pulmones exhalaban, eso era la señal más clara de un corazón roto.En todo el tiempo que llevaba en el castillo, desde que conoció a Hades lo había visto utilizar muchas máscaras. Algunas eran aterradoras, otras melancólicas y muy pocas rozaban la alegría, sin embargo, allí en medio de la sala ella pudo ver que el rey de mirada púrpura no llevaba ninguna máscara puesta mientras le obsequiaba una sonrisa a Edith.Él la amaba, había utilizado a Lyra para recuperar el amor de la bella mujer, y cuando la simple humana no le resultó más út
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Capítulo 86:
El hermoso teniente de mirada verde como esmeraldas dudo, durante algunos instantes su rostro se volvió hacia Lyra y luego hacia Hades, su rey. Nuevamente el corazón de Peter se encontraba dividido entre el deber y sus deseos.Preso de las emociones, no supo qué camino tomar, mientras en silencio el comando que había empleado Hades comenzaba a tirar de aquel vínculo invisible de obediencia.Lyra noto aquello, pudo ver la desesperación y la duda plasmada en las facciones del teniente, mientras buscaba una solución que mantuviera su alma y corazón en paz. Peter era dos hombres dentro de un cuerpo, y aquello era su condena.—Gracias, Peter, pero puedes dejarme—dijo Lyra en un tono bajo, intentando que aquellas palabras fueran solo oídas por el teniente. Sin embargo, la agudeza auditiva de Hades le permitio escuchar cada matiz que tintaba su voz.Peter arrugó el ceño sin estar totalmente convencido de aquello.—¿Estás segura? Puedo quedarme contigo si me lo pides—respondió el teniente con
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Capítulo 87:
Lyra se encerró en su cuarto, sintiendo como su corazón latía con violencia en el centro de su pecho. Su mente daba vueltas sobre las palabras de Hades, una parte de ella deseaba creer que aquello había sido mentira, que todo lo que había ocurrido ese maldito día era solo una pesadilla…pero no era así.Aunque le doliera demasiado admitirlo, ella le había entregado el corazón al hombre equivocado y ahora pagaba las consecuencias de aquello.Como un destello de relámpago atravesando una noche oscura, el recuerdo de su propio reflejo sobre el piso de mármol se ilustró en las cavernosas paredes de su mente, mientras se sentía aún más patética de lo que era.No. Ella no era patética, estaba enamorada y le habían roto el corazón, aquella desgarradora sensación era igual que llamas abrazándola por dentro en pleno invierno. Dolor, desesperación y angustia, todo mezclado de forma armoniosa en un mismo cuerpo.Peter había pasado cuarenta días encerrado tras la muerte de la mujer que amaba, pero
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Capítulo 88:
Luego de presenciar aquella asquerosa escena en el gran salón, Rhen salió a toda velocidad de aquel lugar, preparado para hablar con su hermana e intentar consolarla de la mejor manera posible. Sin embargo el teniente ya se había adelantado a su encuentro.Sabiamente, el hermano de Lyra decidió no interrumpir aquel momento.Sin un rumbo claro en mente, Rhen comenzó a vagar por el castillo, hasta que se vio sin previo aviso frente a una puerta que conocía muy bien solo por fuera.Antes de poder decirle a su cerebro que no, este le había mandado la orden silenciosa a su mano para que llamara a la puerta. Un par de latidos de corazón más tarde, Gwen emergió desde detrás.—¿Rhen?—preguntó la chica de cabello oscuro con el ceño algo fruncido.—¿Puedo pasar?—preguntó Rhen, y antes de que esta lo echara, él se deslizó con gracia y elegancia dentro del cuarto.—¿Que quieres?—preguntó Gwen cerrando la puerta detrás suyo, dejándolos a ambos solos, dentro de la habitación.Rhen camino un par de
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Capítulo 89:
Fue el tono de voz que utilizó Rhaegal lo que hizo poner en alerta todos los sentidos de Lyra; aquella mirada dorada, igual que oro derretido, parecía haberse oscurecido un poco, mientras respiraba profundamente, intentando reunir el valor que su corazón necesitaba para narrar aquella historia.—Cuando mi madre se casó con el difunto rey, ella heredó un regalo ancestral proveniente de una raza ya extinta—comenzó a decir él con tranquilidad—. Ese objeto era un prendedor antiguo, el cual se cree guarda en su interior un poder inimaginable.Lyra trago duro, mientras recordaba nuevamente el estupido e inseguro lugar donde lo había dejado.>—Era de mi madre, y por derecho debería ser mío—continuó él con tranquilidad—. Antes de morir, mi madre me dijo que ese prendedor pasaría a mi poder por tiempo finito, hasta que yo encontrara a la mujer que reinaría a mi lado, a quien le pertenecería ese prendedor. A mi compañera.>—Pero ella murió, y la nueva reina, la madre de Hades, lo reclamó como s
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Capítulo 90:
Rhen y Gwen:Los labios de Rhen eran suaves, cálidos y gentiles, mientras se deslizaban sobre los de la bella chica de cabello oscuro; el corazón de Gwen palpitaba frenético, eufórico en el centro de su pecho, mientras miles de emociones la abordaban de manera violenta.Recuerdos, aterradores y enfermizos recuerdos desgarraban las paredes de su mente, intentando alejarla de los brazos de Rhen para volver a sumirla entre las garras de la oscuridad. Una parte suya, una parte sombría y oscura, la cual le gritaba a diario que ella merecía la miseria que estaba sufriendo, la empujó lejos del hermoso hombre.Gwen se sintió vacía, mientras dejaba atrás el gentil beso de Rhen para volver a compadecerse y autoflagelarse.Rhen retiró sus labios de los de ella, sin embargo, no la liberó de sus brazos. Muy por el contrario, él la estrechó con más fuerza contra su pecho, como si intentara con desesperación reconstruir su alma hecha pedazos con aquel abrazo.—Lo lamento, Rhen… no puedo darte más qu
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