Narra VerónicaTener a mi suegra por tanto tiempo en casa es un caos, ya me irrita hasta la existencia, no tolero ver sus narices en todos los asuntos de mi casa; hace días no he podido ver a Robert porque no tengo el tiempo para escaparme un rato.—Querida, recuérdale a la chica de la cocina que la leche que mi hijo toma es descremada.—Ya lo saben, suegrita. La chica de la cocina tiene la dieta de mi esposo.Nora es muy querida, pero muy fastidiosa.—Creo que para el almuerzo, debemos bajar los carbohidratos para Nikolay, porque…—De verdad, no tiene que preocuparse, él está bien. Su salud es buena, su nutrición es la mejor; si quiere le muestro los resultados de sus exámenes de rutina, está perfecto.—Quizás tengas razón, mi querida Vero; pero cuando tengas a tu primer hijo, entenderás el por qué puedo ser tan delicada cuando se trata de mi Nikolay.Ay no, me da enojo cuando llega al tema del hijo, por culpa de esa bruja es que Niko es un completo tonto; lo amo, pero reconozco que
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