Narra RomeoHoy me levanto deseando que sea un día diferente, es lo que me digo cada maldita mañana para saber si algo cambia, me siento en mi banco de madera, trago saliva con nervios y tomo mi pincel más delgado para hacer trazos, lo unto de pintura, respiro hondo y trato de mentalizarme.—Tu puedes, solo has lo que hacías antes, deja que tu mano baile al compás de la música, que la inspiración llegue a ti —me digo a mismo para darme un poco de moral.Cierro los ojos, cuento hasta diez, respiro con tranquilidad y sin pensar más pego el pincel al lienzo, sin tener claro lo que quiero dejo que los trazos salgan haciendo caminos con la pintura, no paro hasta que ya no queda más tinta en las celdas de mi pincel, me pongo de pie y me alejo para ver lo que ha surgido, trato de ser creativo y mirar que puedo sacar del montón de líneas que he hecho, inclino mi cabeza en diferentes ángulos, giro el lienzo en diferentes posiciones y nada viene a mi cabeza, me vuelvo alejar para mirar desde la
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