Narra AinoaHan pasado los años y de forma inesperada esa joven feliz de dieciocho años murió el día que ha decidido salir de casa, amanezco muchas mañanas con el arrepentimiento de haberme marchado de un lugar donde de verdad me amaban, a estas instancias debo seguir soportando porque juré no volver a lo que era, no voy a romper mi palabra, además mis padres nunca me buscaron, fue la señal perfecta para saber que no les importaba si volvía o no.Desde hace unos años mi mundo de colores se ha ido pintando en gris, mis amaneceres de tranquilidad, los besos que me despertaban, los desayunos que me preparaban, las caricias y abrazos consentidores se fueron a la mierda hace mucho, por ratos quisiera alejarme de Romeo, quisiera salir de casa corriendo cuando él no está, porque tenemos discusiones fuertes y en esos instantes de mucho enojo me siento con el valor de irme sin mirar atrás, pero solo le basta con tocarme, decirme que me ama, decirme que soy lo más importante en su vida y olvido
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