Narra AinoaHan pasado los años y de forma inesperada esa joven feliz de dieciocho años murió el día que ha decidido salir de casa, amanezco muchas mañanas con el arrepentimiento de haberme marchado de un lugar donde de verdad me amaban, a estas instancias debo seguir soportando porque juré no volver a lo que era, no voy a romper mi palabra, además mis padres nunca me buscaron, fue la señal perfecta para saber que no les importaba si volvía o no.Desde hace unos años mi mundo de colores se ha ido pintando en gris, mis amaneceres de tranquilidad, los besos que me despertaban, los desayunos que me preparaban, las caricias y abrazos consentidores se fueron a la mierda hace mucho, por ratos quisiera alejarme de Romeo, quisiera salir de casa corriendo cuando él no está, porque tenemos discusiones fuertes y en esos instantes de mucho enojo me siento con el valor de irme sin mirar atrás, pero solo le basta con tocarme, decirme que me ama, decirme que soy lo más importante en su vida y olvido
Narra AinoaHoy cumplo mis veinticuatro años, un día que dejó de ser especial desde hace un tiempo, ni yo lo recordaba, supe porque vi el calendario por accidente y noté que era mi cumpleaños; Romeo lo empezó a olvidar desde que cumplimos unos cuatro o cinco años de ser pareja, la primera vez me dolió y me sentí muy triste, quería morirme porque me había acostumbrado a que ese día debía ser mágico e inolvidable para mí, pero ya es un día más, ya no importa, es como todos los anteriores en los que solo quiero que ya sea de noche para irme a dormir.—Cariño, ¿Dónde estás? —dice él desde afuera del cuarto.—Estoy cambiando mi ropa —respondo y al instante escucho que quiere abrir la puerta.—Deja de ponerle seguro a las puertas, no sé qué puedes ocultar de mí.—Lo siento, creo que lo hago sin pensar.Voy hasta la puerta y le quito el seguro, el hombre abre y me mira de pies a cabeza, luego mira alrededor del cuarto como si yo escondiera algo, parece tomado por como luce.—¿Necesitas algo
Narra RomeoHoy me levanto deseando que sea un día diferente, es lo que me digo cada maldita mañana para saber si algo cambia, me siento en mi banco de madera, trago saliva con nervios y tomo mi pincel más delgado para hacer trazos, lo unto de pintura, respiro hondo y trato de mentalizarme.—Tu puedes, solo has lo que hacías antes, deja que tu mano baile al compás de la música, que la inspiración llegue a ti —me digo a mismo para darme un poco de moral.Cierro los ojos, cuento hasta diez, respiro con tranquilidad y sin pensar más pego el pincel al lienzo, sin tener claro lo que quiero dejo que los trazos salgan haciendo caminos con la pintura, no paro hasta que ya no queda más tinta en las celdas de mi pincel, me pongo de pie y me alejo para ver lo que ha surgido, trato de ser creativo y mirar que puedo sacar del montón de líneas que he hecho, inclino mi cabeza en diferentes ángulos, giro el lienzo en diferentes posiciones y nada viene a mi cabeza, me vuelvo alejar para mirar desde la
Narra RobertA lo largo de mi vida como adulto “responsable” he notado que mi relación más larga es con mi trabajo, porque las relaciones amorosas son una mierda, lo reconozco, no me da pena admitir que en el amor me va como un culo, tanto que las mujeres que llegan a mi vida con las misma se van, quise tener novia, me refiero a una que pueda presentar a mis padres y a la que lleve a las cenas familiares, pero con la que más he durado han sido dos semanas, lo hacen porque no aguanta mi estilo de llevar las cosas, no comprendo, les doy la oportunidad de estar conmigo, de tener el título de “mi novia” pero no por eso vamos a estar las veinticuatro horas del día juntos, podemos tener vidas independientes y a la vez podemos hacer cosas de novios, como les puede costar aceptar una relación libre, ¿Por qué todas quieres amarrarse a un compromiso? Acaso no saben que apenas lo hagan sus posibilidades de conocer a nuevos seres se les acaba, que ya no podrán hacer tantas cosas, que vivirán limi
Narra RobertConocí la historia de mi padre, admiré mucho lo que hacía, también admiré sus intentos por salvaguardar lo que algún día recibió de sus antiguas generaciones, para él siempre fue una lástima el no poder recuperar la marca de autos que su hermano llevó a la banca rota, vi sus diferentes métodos para recuperar aquello que ya estaba en ruinas, pero me di cuenta que dos pueden hacer más que uno por lo que insistí y quise aportarle mi grano de arena, quise que el pudiera confiar en mí y juntos lograr recuperar uno de los legados de su padre.Hace varios meses pusimos en marcha el proyecto y todo marcha a la perfección, ahora más que nunca nos sentimos fortalecidos, lo único que cambia es que debo volver a Florencia.—Hola —Dice mi madre desesperada por saber la hora exacta en la cual llegaré a casa.—Madre, te he dicho que más tarde iré —respondo apenas parándome de la cama.—¡Ay Dios! Aun no puedo creer que siendo un hombre de 33 años de edad aun no hayas aprendido a ser punt
Narra AinoaLuego de haberme encerrado por tanto tiempo al mundo, me vi en la obligación de volver a la calle para ahora trabajar. Es obvio que lo que ahora me sucede no es lo que imaginaba, veía mi vida reflejada de otra manera, pues las palabras de amor que Romeo me decía me dejaron sumergida en una fantasía que solo estaba en mi cabeza.—Ainoa, ¿Cómo estás? Soy Diana, la fundadora de Full clean. Es un gusto conocerte.—Hola —saludo reparando el lugar, es muy grande.—Has venido bien recomendada, un amigo muy cercano me habló de ti. Creo que es familia de tu esposo. Asiento a lo que dice sabiendo que no, aquel sujeto es amigo de Romeo.—Bien, has llegado caída del cielo, ya tengo un trabajo para ti. Un nuevo cliente ha llegado y ya tengo me quedaba sin chicas disponibles. ¿Tienes algún tipo de experiencia en este trabajo?—No señorita.—Bien, no te preocupes. Podemos hacerte algunas recomendaciones, explicarte las reglas y manuales de nuestra empresa. No es algo del otro mundo, así
Narra AinoaPor la mañana debo volver, salí mucho más temprano porque igual que el día anterior, debía caminar. Llegando a la casa del cliente, meto la llave en la cerradura y cuando la voy a girar, alguien abre desde adentro.—Oh, lo lamento —le digo a una joven que parece auxiliar de vuelo.—Buenos días —saluda apenada y se aleja.Ingreso a la casa sin saber que ocurre, pensé que no encontraría a nadie. Pero tras abrir, encuentro al cliente bajando las escaleras.—Señor, buenos días.El hombre me mira y sin responder sale de la casa. Supongo que me he convertido invisible para todo el mundo.Hoy voy a continuar con el resto de la casa, hay tantas cosas que debo mover que presiento el dolor en mis brazos. Pero solo me quedan dos días y mucho lo que falta, así que manos a la obra, estiro mis dedos y abro mis brazos en un precalentamiento y voy directo a los muebles, centros de mesa y las otras cosas; paso por el rededor y bajo portarretratos y cuadros. Hay uno que es el más grande y e
Narra RobertDebo reconocer que la chica ha trabajado muy bien, escuchó mis órdenes y cada cosa está como quiero, eso me gusta.—Hace mucho no venía a esta casa.Mi madre recorre cada rincón y pasa sus dedos por los muebles.—Está limpio, busqué una agencia para que se encargaran de todo.—Creo que debiste quedarte en casa con nosotros, de igual te hará falta alguien que esté pendiente de tu comida y tus cosas; mira cómo estás del delgado por estar tanto tiempo solo en Miami.—Cómo eres de malévola, sabía que no le habías hecho mantenimiento a la casa para que volviera con ustedes, descubrí tus oscuras intenciones.—Es que me hacía mucha falta.—Oh, mamá. Pero no te preocupes, podré ir con más frecuencia, solo que ahora me siento más cómodo en mi propi espacio.—¡Insisto! De verdad necesitas a una persona que te prepare comida sana, que siga una buena dieta para ti.—La buscaré, si con eso estarás más tranquila, entonces lo haré.—Bueno.Unas horas más tarde, llevo a mi madre a casa,