Narra RobertConocí la historia de mi padre, admiré mucho lo que hacía, también admiré sus intentos por salvaguardar lo que algún día recibió de sus antiguas generaciones, para él siempre fue una lástima el no poder recuperar la marca de autos que su hermano llevó a la banca rota, vi sus diferentes métodos para recuperar aquello que ya estaba en ruinas, pero me di cuenta que dos pueden hacer más que uno por lo que insistí y quise aportarle mi grano de arena, quise que el pudiera confiar en mí y juntos lograr recuperar uno de los legados de su padre.Hace varios meses pusimos en marcha el proyecto y todo marcha a la perfección, ahora más que nunca nos sentimos fortalecidos, lo único que cambia es que debo volver a Florencia.—Hola —Dice mi madre desesperada por saber la hora exacta en la cual llegaré a casa.—Madre, te he dicho que más tarde iré —respondo apenas parándome de la cama.—¡Ay Dios! Aun no puedo creer que siendo un hombre de 33 años de edad aun no hayas aprendido a ser punt
Narra AinoaLuego de haberme encerrado por tanto tiempo al mundo, me vi en la obligación de volver a la calle para ahora trabajar. Es obvio que lo que ahora me sucede no es lo que imaginaba, veía mi vida reflejada de otra manera, pues las palabras de amor que Romeo me decía me dejaron sumergida en una fantasía que solo estaba en mi cabeza.—Ainoa, ¿Cómo estás? Soy Diana, la fundadora de Full clean. Es un gusto conocerte.—Hola —saludo reparando el lugar, es muy grande.—Has venido bien recomendada, un amigo muy cercano me habló de ti. Creo que es familia de tu esposo. Asiento a lo que dice sabiendo que no, aquel sujeto es amigo de Romeo.—Bien, has llegado caída del cielo, ya tengo un trabajo para ti. Un nuevo cliente ha llegado y ya tengo me quedaba sin chicas disponibles. ¿Tienes algún tipo de experiencia en este trabajo?—No señorita.—Bien, no te preocupes. Podemos hacerte algunas recomendaciones, explicarte las reglas y manuales de nuestra empresa. No es algo del otro mundo, así
Narra AinoaPor la mañana debo volver, salí mucho más temprano porque igual que el día anterior, debía caminar. Llegando a la casa del cliente, meto la llave en la cerradura y cuando la voy a girar, alguien abre desde adentro.—Oh, lo lamento —le digo a una joven que parece auxiliar de vuelo.—Buenos días —saluda apenada y se aleja.Ingreso a la casa sin saber que ocurre, pensé que no encontraría a nadie. Pero tras abrir, encuentro al cliente bajando las escaleras.—Señor, buenos días.El hombre me mira y sin responder sale de la casa. Supongo que me he convertido invisible para todo el mundo.Hoy voy a continuar con el resto de la casa, hay tantas cosas que debo mover que presiento el dolor en mis brazos. Pero solo me quedan dos días y mucho lo que falta, así que manos a la obra, estiro mis dedos y abro mis brazos en un precalentamiento y voy directo a los muebles, centros de mesa y las otras cosas; paso por el rededor y bajo portarretratos y cuadros. Hay uno que es el más grande y e
Narra RobertDebo reconocer que la chica ha trabajado muy bien, escuchó mis órdenes y cada cosa está como quiero, eso me gusta.—Hace mucho no venía a esta casa.Mi madre recorre cada rincón y pasa sus dedos por los muebles.—Está limpio, busqué una agencia para que se encargaran de todo.—Creo que debiste quedarte en casa con nosotros, de igual te hará falta alguien que esté pendiente de tu comida y tus cosas; mira cómo estás del delgado por estar tanto tiempo solo en Miami.—Cómo eres de malévola, sabía que no le habías hecho mantenimiento a la casa para que volviera con ustedes, descubrí tus oscuras intenciones.—Es que me hacía mucha falta.—Oh, mamá. Pero no te preocupes, podré ir con más frecuencia, solo que ahora me siento más cómodo en mi propi espacio.—¡Insisto! De verdad necesitas a una persona que te prepare comida sana, que siga una buena dieta para ti.—La buscaré, si con eso estarás más tranquila, entonces lo haré.—Bueno.Unas horas más tarde, llevo a mi madre a casa,
Narra AinoaCon el temor de volver a la calle, de salir y de ser encontrada por Romeo, me reúso a irme de aquí. Mi vida se ha visto tan afectada que volver a esa agencia sería un riesgo para mí, sé que será el lugar donde Romeo me buscará.Al irse el señor Robert, me quedo con la incertidumbre tras escuchar sus palabras; pero no puedo poner un pie fuera, no puedo.—Tal vez sea hora de ir con mis padres.Hablo conmigo misma retomando la posibilidad de ver la cara de mi padre, pero creo que la vergüenza moral no me dejaría mirarle a los ojos; regresar luego de haberlos tratado de esa manera es vergonzoso.Me quedo con la idea de permanecer aquí, por lo menos un tiempo; me siento segura. Así que acomodaré, limpiaré y cocinaré para cuando el señor regrese.Subo a la habitación del hombre y saco la ropa sucia, acomodo su ropa, seco el baño, lavo los pocos platos que están sucios y preparo algo de comida; no sé a qué hora vendrá pero quiero que sepa que soy útil, puedo servirle de mucho.Al
Narra VerónicaPude conocer algo tarde a quien creo que es el amor de mi vida, pero llegó a mi cuando ya estaba comprometida hasta las canicas. Me casé con Nikolay Volkov hace un par de años, es un hombre muy lindo, supo conquistarme con detalles muy costosos. Nikolay es muy inocente para la vida, para los negocios es un pez gordo y para cerrar buenos tratos un enorme tiburón. Pero con las mujeres es una tierna y dulce mariposa fácil de atrapar.Todos conocen a la pareja Volkov, somos muy conocidos en Rusia por lo que digamos que tenemos el respeto de las personas que saben quiénes somos. No puedo negar que desde un inicio las cosas empezaron por interés económico, no es que venga de una familia de pobre pero no pensaba continuar con los negocios de mi padre; se requerían de muchas responsabilidades que no quería asumir. El día que mi esposo Nikolay me pidió matrimonio, no dudé un solo segundo en decir que sí.Con el tiempo tuve la oportunidad de conocer al tipo de hombre que realme
Narra Eduard HarrisonTener a mi hijo cerca de algún modo me reconforta, cuando estaba en Miami me sentía seguro de que estaba bien porque aunque esté fuera de casa no está desamparado. Yo sé todo, yo sé cada movimiento de mi hijo.—Cariño, creo que deberías hablar con Robert. Aunque tenga a esa chica en casa para que le ayude, siento que no es suficiente. ¿Acaso has notado lo delgado que está? Estoy casi convencida de que no comía mientras estuvo por fuera de casa, mi corazón de madre me lo dice.—Yo lo veo bien, hasta creo que está más fornido. Lo que pasa es que aún no te acostumbras al hecho de ver a un hombre de más de treinta, aquel niño de ocho que le limpiabas el culo ya se creció.—Aún es muy joven, el aún necesita de la orientación de alguien.Mi esposa piensa que Robert es muy indefenso, yo lo conozco y sé sus alcances.—No la necesita, créeme. Él estará bien, solo deja de atosigarlo, la vida debe enseñarle mucho. Por su cuenta comprenderá muchas cosas, hasta las consecuenc
Narra RobertMi padre siempre habla de ese tema de la familia, lo hace ver como la razón más importante, dice que los hijos si son fundamentales; pero no lo veo de esa manera. Aun no siento la necesidad de amarrar mi vida a una mujer, quizás ahora no sea el más responsable en ese aspecto pero no creo estar preparado para ese rol. Ahora que lo pienso, aquellas palabras tenían una extraña connotación, ¿sabrá algo con relación a Verónica? ¿Algunas de las auxiliares le habrán dicho algo? Trato de yo mismo darme una respuesta pero sé que será imposible, creo que en ese mismo instante debí preguntarle a lo que se refería. Por ahora debo pensar en una manera de buscar los fondos para recuperar esa compañía, es algo que ya tengo en mi cabeza y que anhelo hacer por él; sabrá que no necesito tener los pies más fijados en la tierra para tener una prioridad de verdad, esto si es importante.—Mi gran amigo, Robert Harrison.El estúpido de Nikolay llega y le sonrío con algo de hipocresía, la verdad