Había decidido invitar a Layla a pasar el día viendo pelis, terminamos con Titanic y Casablanca era la siguiente de la lista. —¿Puedes creerte una tontería así? —preguntó, mientras rebobinaba la nueva peli, para saltarse el título y los créditos introductorios de la peli que comenzábamos ver—. Caray, que ellos eran demasiado jóvenes, se conocían de hacía solo dos días , ¿y él dio su vida por ella? —Sí, parece extraño —grité desde la cocina, Layla era una escéptica emperdinada, y aborrecia el romance.—. En tiempos modernos, si él hubiera sobrevivido, de seguro habría sido un holgazán, un mantenido y un borracho. Layla me miró y se echó a reír. —No puede ser que simplemente se haya enamorado de ella y se sacrificara de esa manera, ¿verdad? Ya hemos dejado claro que eso es totalmente imposible, ¿no? —Verdad. No es una opción. ¿Entonces...? —En ese caso, no queda más opción que sospechar, que Jack lo hizo por dinero. Intentó separar a Rose de su prometido con esperanzas de vivir de e
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