Qué día tan endemoniadamente raro he tenido, pienso en la noche cuando me acuesto. Ha sido un día largo, pero provechoso. Tuvo sus partes buenas, otras… realmente poco fuera de lo común. Ya era suficientemente raro con que tuviera una cita. Me había bajado una que otra aplicación de cita, para luego de varios desastres, eliminarlas de forma contundente. Yo estaba convencida era que…yo quería algo genuino, una relación de verdad… ¿Era demasiado pedir? Pues parecía que no tanto porque con Robbie todo fue muy bien… extrañamente genial. Hubo buena conversación, miradas intensas, sonrisas, risas, buena comida, aprendí de su vida y tiene una personalidad sumamente agradable. Robbie era simpático, sin ser exagerado, atractivo, y parecía ser buena persona, un buen hombre. Quizás si fuera más abierta, o más delgada, o más rubia, o más alta, o con menos carnes, o menos curvilínea en ciertas áreas, o hablara más, o si de repente tuviera más amigos, o hubiese ido a la universidad, o fuera a más
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