Hola hola! Espero que les esté gustando la historia. Les cuento que pueden seguirme en I G federica_kika_navarro donde estaré subiendo información sobre esta historia y sobre mis otras historias. Bso Kika
—Como siempre muy callada… al menos que estés hablando con otras personas, claro está. Tienes palabras para todos menos para mí. O al menos muy justas para mí. Lo estrictamente necesario… se podría decir, ¿no?— dice, no sé si hablando conmigo o para sí mismo. ¿Qué le sucede? Está sin su chaqueta, la camisa no tiene corbata y los botones de arriba están desabotonados. No tengo forma de salir sin ser tan obvia. Quizás…. quizás debería afrontar esto, hablar, escuchar lo que él tenga que decir de una buena vez. Quizás salir de esto y cerrar el tema cuanto antes. Manejar la situación para que él deje de insistir. No es la opción que más me gusta, sigo pensando, quizás se aburra de perseguirme, aunque no parece el caso. —¿Qué haces aquí, Brandon?— él coloca sus manos en sus bolsillos y sigue aproximándose hacia mí, se queda a pocos pasos y empieza a ver el lugar donde estamos. —Yo… quería felicitarte. El cliente está muy contento con lo que has mostrado. Tienes mucho potencial Ady. Siem
Ayer fue completamente un borrón en mi mente. Recuerdo haber llegado a la mesa con mis compañeros de trabajo y mi jefe y decir algo como que tenía que irme a casa sin dar muchas explicaciones de qué o por qué, y a nadie tampoco le importo mucho. Brandon no volvió a contactarme de nuevo y fue realmente un alivio, honestamente pensé que su acoso iba a ser más insistente. Quizás estaba demasiado borracho para siquiera recordar lo que hizo.Llegué a casa cansada de correr, de huir básicamente, me bañé y me acosté, pero eso no fue todo. Por más cansada que estaba, me quedé como un zombi toda la noche, pensando en qué demonios ocurrió. ¿Será que tomé mucho anoche? No, realmente no tomé. ¿Estaré alucinando? Mi mundo se había vuelto de cabeza, así que toda opción por improbable que fuera, seguía compitiendo en la carrera de locos. La peor parte es que sé que yo estoy aquí, desvelada, pensando en ese beso… cuando él debe estar acostado tranquilo, durmiendo a pierna suelta… o quizás ya con una
Mi cita y el rubio Brandon se ven el uno al otro, como confirmando que si, efectivamente, están ambos ahí, en el mismo lugar, por la misma chica. Uno vino porque me preguntó si quería salir con él… el otro aparentemente vino a disculparse por el beso, obviamente, dijo que no era caballeroso, pero la realidad es que sé como va todo. Se disculpará y dirá que es el vino, el culpable de todos los males. A todas estás ¿Cómo sabía donde vivía yo? Si les soy muy muy honesta… la verdad es que no tengo ganas de escuchar sus disculpas: tomé mucho, no sabía bien qué es lo que estaba pasando, una cosa llevó a la otra, pero… finalmente, lo que todos sabemos, no debió haber sucedido. Lo siento pequeña princesa Adelaida, eso fue solo un error, un pequeño y tonto sueño. El hombre aquí en cuestión viene a admitirlo. Duro muy poco el sueño. Él nunca debió haberme besado así. —¿Y tú… eres?— pregunta Brandon señalando a mi vecino con evidente desdén, molestia y me atrevería decir, enfado. Supongo que po
Qué día tan endemoniadamente raro he tenido, pienso en la noche cuando me acuesto. Ha sido un día largo, pero provechoso. Tuvo sus partes buenas, otras… realmente poco fuera de lo común. Ya era suficientemente raro con que tuviera una cita. Me había bajado una que otra aplicación de cita, para luego de varios desastres, eliminarlas de forma contundente. Yo estaba convencida era que…yo quería algo genuino, una relación de verdad… ¿Era demasiado pedir? Pues parecía que no tanto porque con Robbie todo fue muy bien… extrañamente genial. Hubo buena conversación, miradas intensas, sonrisas, risas, buena comida, aprendí de su vida y tiene una personalidad sumamente agradable. Robbie era simpático, sin ser exagerado, atractivo, y parecía ser buena persona, un buen hombre. Quizás si fuera más abierta, o más delgada, o más rubia, o más alta, o con menos carnes, o menos curvilínea en ciertas áreas, o hablara más, o si de repente tuviera más amigos, o hubiese ido a la universidad, o fuera a más
—¿Entonces? ¿Qué tal fue la cita?— me pregunta Lizzie desde el teléfono —Creo que bastante bien, fuimos a un lugar bastante sencillo, nada especial, pero me reí mucho. Robbie es muy agradable, además tiene ese aire bohemio que me agrada— le cuento a Liz. —¡Que bien! Nada que ver con tu ex amigo de la infancia, francamente ha sido todo muy casual reencontrarte con él después de tantos años— Casual… más bien ha sido un tormento. —Exactamente. Aunque debo decir que aunque fue una de las mejores citas que he tenido… no sé bien qué pasará con Robbie. No sé… puedo equivocarme, el beso fue lindo cuando nos despedimos... Quizás espero más de lo que debería… solo fue una cita. Ahora de Brandon… sí que estoy totalmente perdida, desde hace algún tiempo no pensaba en él y ahora se aparece por todas partes, parece una pesadilla de terror, como un payaso apareciendo en todo momento— —Es muy extraño que te haya ido a buscar. Por cierto, ¿Cómo sabe donde vives? ¿Realmente se arrepentiría del bes
Los Clark me reciben con mucho amor solo de verme y me hacen sentir mal de haberme alejado de ellos por tanto tiempo. Eva, la mamá de Annie, y Annie misma estaban felices de que yo estuviera con ellas, y no dejaban de hacerme preguntas y de abrazarme. Annie estaba tan feliz de verme y de que haya aceptado ser parte de su cortejo de damas de honor o como yo le digo cariñosamente, damas de horror; de una manera tal que obviamente no me pude retractar. Me dijo que una de sus amigas no iba a poder estar así que su vestido era mío, solo necesitaría unos arreglos. Yo veía al resto de sus amigas, algunas más altas o más bajas, pero ninguna con mi cuerpo, tal como dije, eran todas flacas, bronceadas y en su mayoría rubias. Mi hermana Fernanda también estaba y me daba miradas despectivas, supongo que ella ya debe haber dejado de comer días porque estaba particularmente flaca de lo normal. Tiene un vestido corto enseñando sus piernas, tacones, sacó sus mejores ropas y está muy maquillada. Al
No sé cuánto tiempo pasé en ese vestidor, pero solo me senté a llorar por un momento, tapando mi boca con mis manos para que nadie me escuchara como una gran perdedora. No vivía algo tan humillante desde los horribles momentos en la escuela y creo que ni en esa época tuve que mostrar mi cuerpo de tal manera. Recordaba las risas de mi hermana y de las demás chicas. Por supuesto que Fernanda iba a buscar la manera de reírse de mí y hacerme sentir mal. Recordé cuando una vez le conté mis problemas en el colegio y ella ni me escuchó, simplemente se puso a hablar de sus amigas y de lo genial que era ella. Lo peor fue ver la cara de Brandon, por más que dijera que no me importa, él era el único hombre ahí y evidentemente le desagradó mi vestido, su cara era como si viera un espanto. Evidentemente, si me costó meterlo, sacarlo iba a ser una lucha titánica también. Me aventuré a caminar hacia donde estaban todos, quizás Eva o Annie podrían darme una mano, ojalá me encontrara a algunas de
—Baby… amiga querida de la vida ¡Ady! Realmente estás estresada por esta situación. ¡Es increíble! Nunca te había visto así… jamás pensé encontrarte así—dice Billy. Él es una de las personas que más quiero en el mundo y está en la ciudad. Se tomó unas vacaciones debido a la boda de Annie y para estar con toda la familia, iba a estar por un tiempo, y honestamente yo no podría ser más feliz. Realmente todos quieren a Annie y quieren complacerla en su boda. Billy está cada vez más atractivo, es el típico chico despreocupado, con zapatos deportivos. jeans rotos y camisetas con diseños divertidos. Incluso tiene un arete en la oreja, el cual se quita al entrar en su oficina. Desde que llegó los pocos momentos que tengo con él son de felicidad. Vamos al cine, salimos a bailar, lo acompaño de shopping y nos juntamos a cenar con Lizzie que también lo adora. Este es como mi pequeño pedazo feliz, con la gente que adoro… si solo esta fuera mi vida siempre, pero no… un mayor porcentaje era rui